Tener una dentadura perfecta es algo que quieren la mayoría de los pacientes, por no decir todos. A pesar de que este concepto es bastante subjetivo, lo cierto es que sí que es posible conseguir unos dientes que estén bien alineados y que tengan tanto el tamaño como el color adecuados. Existen algunos pacientes que terminan bastante obsesionados por el aspecto que tienen sus dientes, lo que les termina por provocar dismorfia dental, que son sensaciones de profundo malestar y angustia cuando existe cualquier imperfección en la boca.
Este tipo de pacientes terminan yendo a clínicas dentales para someterse a tratamientos que no necesitan, algo que puede convertirse en un problema bastante difícil de solucionar y que necesitaría de ayuda psicológica. Por este motivo, es conveniente seguir todos los consejos y recomendaciones de expertos en estética dental, los cuales se encargarán de proporcionar una serie de consejos y recomendaciones para este tipo de pacientes. Será importante intentar no obsesionarse demasiado con el aspecto físico sin dejar de acudir al dentista, pues es fundamental acudir a revisión varias veces al año.
Tratamientos para lograr una sonrisa perfecta
Por otra parte, para aquellas personas que quieran una sonrisa perfecta, pero que no se obsesionan en exceso con ello, existen una serie de tratamientos que conviene tener en cuenta:
-
Blanqueamiento dental: Este es uno de los procedimientos más comunes entre los pacientes que quieren conseguir unos dientes blancos perfectos, y que ayuda a obtener una sonrisa armónica a quienes se someten a él. Normalmente, suele darse entre aquellas personas que ya cuentan con un tamaño y alineación correctas de sus piezas dentales, pero que quieren que estas además tengan un color blanco agradable estéticamente. En lo que se refiere precisamente a la estética dental, la tonalidad “perfecta” de los dientes es aquella en la que no se pueden percibir manchas y cuyo color es completamente blanco. Esto es en gran parte debido a que las manchas en las piezas dentales suelen ser debidas a malos hábitos, como una mala higiene dental, la ingesta masiva de alimentos con mucho azúcar, o el consumo de tabaco.
-
Ortodoncia: Es otro de los tratamientos más utilizados para lograr la conocida “sonrisa perfecta”, pues tiene un aspecto funcional que afecta a la mordida, y por otra parte también juega un papel fundamental en lo que respecta a la estética. En la mayoría de los casos, los pacientes que se someten a un tratamiento de ortodoncia lo hacen debido a que tienen los dientes completamente desalineados. No obstante, también hay personas que llevan aparato debido a un desplazamiento bastante pequeño de una única pieza dental, algo que solamente se trata de una pequeña modificación estética que se puede corregir de forma sencilla. Por norma general, esto suele darse en pacientes que han llevado ortodoncia previamente, pero que a pesar de ello han visto que sus dientes se han visto desplazados. Para estas situaciones, conviene recurrir a la ortodoncia estética, con algunos aparatos más discretos como los brackets de zafiro o los Invisalign.
-
Carillas: Estas son la alternativa ideal para aquellas personas que tienen ligeras roturas, manchas o tamaños que pueden corregirse. Las carillas son una opción bastante popular entre los pacientes, ya que estas se pueden adaptar a la situación de cada uno al haber múltiples tipos diferentes. Además, los resultados finales que proporcionan son completamente naturales, y es un proceso bastante sencillo de realizar.
La sonrisa gingival
Otra de las preocupaciones que suelen tener los pacientes que quieren conseguir una sonrisa perfecta es la sonrisa gingival, donde las encías de los pacientes son demasiado largas y se pueden percibir fácilmente cuando el paciente abre la boca. Precisamente, las propias encías son un factor decisivo a la hora de obtener una sonrisa armónica estéticamente, a pesar de que la mayoría de las personas únicamente se centran en el estado de sus dientes.
Sin embargo, lo cierto es que hay muchas personas que tienen la dentadura perfectamente blanca y alineada, pero que por otra parte cuentan con unas encías que son demasiado grandes y que son demasiado visibles a la hora de sonreír. No obstante, este tipo de patología es únicamente estética, y no va a acarrear consecuencias de ningún tipo a la salud dental de los pacientes. Además, esta puede corregirse fácilmente a través de una pequeña cirugía muy sencilla de llevar a cabo.
¿Existen realmente la sonrisa perfecta?
La conocida como “sonrisa perfecta” es algo que muchas personas quieren, y que se suele concentrar en el tamaño de las piezas dentales. A pesar de ello, lo cierto es que no existen estándares reales de sonrisas perfectas, pues cada persona tiene unas formas y unos tamaños totalmente diferentes. Lo que sí se debe mencionar, es que dicho “tamaño perfecto” tiene que concordar con la fisonomía facial que tenga el paciente.
Existen casos donde algunas personas tienen unas piezas dentales muy grandes o muy pequeñas en comparación con su estructura facial. Esto, por otro lado, no tiene nada de malo, pues su origen radica de factores hereditarios que realmente no tienen ninguna forma de controlarse. En estas situaciones, lo más sencillo es recurrir a coronas o carillas dentales.
A pesar de que, como ya se ha mencionado, no existe realmente una sonrisa perfecta como tal, sí que hay ciertos parámetros que están directamente relacionados con la estética, como la alineación, el color o el propio tamaño. Esto es algo que no debería ser en ningún caso un motivo de obsesión para los pacientes, pero que sí es necesario saber que puede ser corregido si se acude a cualquier clínica dental. Será fundamental que los pacientes recurran a un dentista profesional y con suficiente experiencia en este sector, de manera que les pueda aconsejar cuál es el tratamiento más adecuado para ellos dependiendo de sus circunstancias personales y del tipo de dientes que tengan, así como su forma, color, etc. De esta manera, se podrá conseguir esa “sonrisa perfecta” que tanto buscan la mayoría de las personas.