Una reconstrucción dental es un método bastante utilizado para poder recuperar las pérdidas dentales que se han perdido, ya sea debido a un golpe, a una enfermedad periodontal o incluso a una mala higiene y cuidados de la salud bucodental.
Dicho tratamiento pertenece a la especialidad de Odontología conservadora, y está especialmente orientada a mantener las piezas dentales en el mejor estado posible. Gracias a las reconstrucciones dentales, las personas que tengan mayor riesgo de perder los dientes pueden hacer que estos recuperen tanto su estética como su funcionalidad, y puedan seguir realizando actividades cotidianas como comer o incluso hablar de forma totalmente normal.
La función principal de este tipo de tratamiento es básicamente la recuperación y conservación de los dientes deteriorados de los pacientes. Dicho deteriorado se puede dar por diversos motivos, comenzando por las caries. Cuando estas han llegado al diente de forma muy profunda, es necesario someter a la pieza a una reconstrucción dental, para lo cual un profesional tendrá que limpiarla y luego rellenar el hueco que queda para evitar que se acumulen restos de comida o bacterias. En aquellas situaciones donde las caries ya han provocado daños mucho más intensos, entonces ya sería necesario someterse a una endodoncia, aunque esto se daría únicamente en casos extremos.
Por otro lado, las fracturas y los golpes también suelen ser causantes de la pérdida o rotura de las piezas dentales, sobre todo en los pacientes más jóvenes cuando realizan ciertas actividades que requieren de ejercicio físico, tanto en el colegio como en su tiempo libre.
No obstante, los adultos también pueden recibir estos golpes y que sus dientes se vean afectados, algo que suele preocupar enormemente, sobre todo en lo que se refiere a la parte estética. Por ello, incluso aunque la pieza dental no se rompa del todo, en caso de que esta haya presentado algún golpe o haya recibido un impacto, será aconsejable acudir al dentista para poder llevar a cabo el tratamiento de reconstrucción dental. Los traumatismos en los dientes pueden provocar, además, otra serie de problemas que a largo plazo pueden afectar a la salud bucodental del paciente y también a su vida cotidiana, llegando incluso a la pérdida de la pieza dental.
¿Qué tipos de reconstrucciones dentales existen?
Las reconstrucciones dentales se clasifican en diferentes clases, y cuál de ellas es la más recomendable dependerá en gran medida de las necesidades que tengan los pacientes y de su situación personal.
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Carillas dentales: Estas suelen ser la mejor alternativa en lo que se refiere a cuestiones estéticas, y es por ello que suelen utilizarse en aquellos dientes que son más visibles. Las carillas son básicamente láminas que se adhieren a los dientes naturales, de forma que se puede modificar su forma, posición o color, y que pueden estar hechas tanto de composite como de porcelana.
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Incrustaciones dentales: Este tipo de reconstrucción dental se suele utilizar en aquellos molares que han perdido mucha de su estructura dentaria y que están bastante deteriorados en su superficie. Por ello, para que el dentista recomiende esta incrustación, será conveniente que los dientes conserven su forma anatómica y que no existan problemas adicionales, como ciertas enfermedades o una mala higiene dental. Las incrustaciones, por otra parte, también son un tratamiento poco invasivo y que suele realizarse tanto con porcelana como con composite.
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Reconstrucciones con perno: Se utilizan cuando se ha llevado a cabo previamente un procedimiento endodóntico por haberse rebajado mucho la pieza dental, y porque la estructura dentaria ha terminado siendo insuficiente para sostener la corona. Las fundas se pueden colocar sobre pernos o postes hechos con fibras de vidrio, materiales muy resistentes y que estéticamente también cumplen su función. Normalmente, este refuerzo es fundamental en el caso de los molares, que tienen mucha importancia a la hora de masticar.
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El composite: Este material suele emplearse para aquellos pacientes que se han fracturado los dientes o parte de ellos, pues es una alternativa bastante buena a nivel estético. La resina aporta resultados naturales, y además se adapta a la perfección al color original de las piezas dentales.
¿Cuáles de todas es la mejor alternativa?
Antes de poder calcular cuál de todos estos tipos es el más adecuado para los pacientes, será importante evaluar cada caso de forma completamente individual, pues no todo el mundo tiene las mismas necesidades, ni tampoco se encuentra en la misma situación.
No es lo mismo sufrir fracturas en los dientes debido a un golpe o fractura, que hacerlo debido a una mala higiene dental o a la presencia de caries y otras infecciones graves. Por ello, lo más adecuado y recomendable es acudir cuanto antes a un profesional para que evalúe cada caso individualmente y decida qué tratamiento es el más indicado. Estos profesionales son los únicos que pueden valorar el estado de la boca de los pacientes y explicarles detalladamente el motivo por el cual se ha escogido una técnica u otra.
Las reconstrucciones dentales son un tipo de procedimiento que está especialmente dirigido a la reparación de los dientes que han sido dañados por múltiples motivos, y cuyo objetivo es el de devolver a estas piezas dentales tanto su funcionalidad como su estética.
Este tipo de reconstrucciones se pueden aplicar tanto a un diente como a todos los que sean necesarios, llegando incluso a ser posible la restauración de la dentadura de forma completa. La mayoría de los procedimientos que se ejecutan buscan principalmente el mantenimiento de la pieza y solucionar todos los daños provocados a través de esta restauración.
Para poder sustituir los huecos que los dientes dañados terminan dejando, se utilizan piezas restauradas, de forma que se evita también que aparezcan caries y otras bacterias, además del deterioro del hueso por falta de estímulo. Por suerte, en la actualidad existen múltiples alternativas para las reconstrucciones dentales, algo que hará que los pacientes no tengan de qué preocuparse en caso de sufrir una pérdida dental o cualquier tipo de daño en las mismas.