implantes dentales
Muchas personas se preguntan en qué consisten exactamente los implantes dentales, pues muchas veces no cuentan con la información necesaria sobre ellos. Estos son un tratamiento de tipo odontológico que consiste en fijar una pieza artificial en el hueso de la mandíbula para así sustituir la raíz que tiene un diente que se ha caído o que ha sufrido un daño irreparable.
El proceso básicamente consiste en la realización de un diagnóstico de la situación de cada paciente, de manera que se pueda llegar a la solución más adecuada. Se llevarán a cabo una serie de pruebas de diagnóstico las cuales incluirán algún tipo de escáner y de radiografía para poder hacer modelos de escayola. Y, una vez se cuentan con todos los datos necesarios, se comenzará con una planificación de la cirugía cuya intervención constará de una serie de fases.
La primera de ellas, serán los implantes que se colocarán dentro del hueso de la mandíbula. De esta manera, los implantes se quedarán enterrados en este hueso y la encía los cubrirá para la oseointegración, cuya duración es de unos tres meses, llegando incluso hasta los cinco. Posteriormente, la segunda fase del tratamiento consistirá en la realización de un pequeño agujero en la encía. De esta manera, se logrará conectar
el implante que está dentro del hueso, con la cavidad oral a través de atornillar al implante un aditamiento de titanio.
No obstante, esto simplemente funcionará como un paso intermedio para poder colocar la prótesis definitiva, también denominada corona. Una de las dudas más frecuentes que se suelen tener en relación a los implantes dentales, son los tipos de cuidados a los que se debe someter una persona tras la intervención. La realidad es que una vez se ha llevado a cabo el proceso, no se sufrirá dolor, aunque sí que se puede dar una inflamación en la cara, e incluso un hematoma. Sin embargo, esto no durará más de siete y diez días.
Será durante este tiempo cuando se deberán seguir al pie de la letra todas las indicaciones que indique el dentista, comenzando por una dieta blanda y siguiendo por algún tipo de medicación para reducir la inflamación. Será fundamental que el paciente intente colocarse hielo o cualquier elemento que esté bastante frío en la zona a tratar. Por supuesto, a esto se le debe sumar el evitar ingerir bebidas alcohólicas, presionar con la lengua, y no fumar, además de no practicar ningún tipo de deporte porque puede dificultar el proceso.
Los implantes dentales, además, pueden dividirse en varios tipos diferentes, dependiendo de las fases en las que se realice. Hay unos que se denominan “inmediatos”, que se llevan a cabo cuando el implante se coloca, como su propio nombre indica, de forma inmediata después de extraer el diente. Esto hace que el tiempo de rehabilitación se acorte considerablemente y así pueden evitarse el someterse a una segunda cirugía.
Por otro lado, también existen los implantes diferidos, que consisten en los dentistas haciendo una regeneración del hueso para que después de seis meses ya se pueda colocar un implante duradero. No se pueden olvidar tampoco los implantes dentales recientes, los cuales abarcan un periodo de unas seis y ocho semanas. Por último, existe una alternativa denominada implantes dentales maduros, que se da cuando pasan más de nueve meses entre fases.
Es importante mencionar que, por supuesto, la mayor preocupación que tienen los pacientes generalmente es si este tipo de implantes duelen o no, pues dependiendo de la respuesta, gran parte de la gente decide si someterse a ellos o no. Sin embargo, la realidad es que los implantes dentales no son para nada dolorosos, ni durante la operación, ni tampoco después.
Por supuesto, tampoco duelen a la hora de utilizar los dientes con normalidad. Esto es debido a que la cirugía de implantes es simplemente una intervención bastante poco invasiva que, junto a los grandes avances que se han producido en medicina, han conseguido que pueda ser realizada sin que el paciente sienta la más mínima molestia. Además, los resultados siempre suelen ser de lo más satisfactorios para los pacientes.
Los implantes dentales son perfectos para llevar a cabo un remplazo de los dientes que se han perdido, además de que también son muy buenos a nivel estético. A la hora de llevar a cabo el proceso, se utiliza anestesia loca, y es por esto que los paciente no sienten ningún tipo de dolor mientras se someten a la cirugía. Incluso la opción de la sedación está habilitada para todas aquellas personas que sientan mucha ansiedad a este tipo de operaciones.
No obstante, la anestesia suele ser la alternativa preferida por los pacientes, a pesar de que una vez se termina el proceso, esta va perdiendo efecto y se pueden sufrir ciertas molestias en la zona afectada. Sin embargo, a través de los antiinflamatorios o analgésicos recetados por los dentistas, estas terminarán desapareciendo con el paso del tiempo, sobre todo si a estos medicamentos se les añade el colocar un poco de hielo en la zona afectada.
Las molestias tras una operación de estas características son de lo más normales, además de que no suelen durar mucho, por lo que los pacientes no deben preocuparse por esa parte. Además, estos tratamientos son realizados por auténticos profesionales que se encargarán de que todo transcurra de la mejor manera posible. Seguramente se encarguen de recomendar una serie de pautas a sus pacientes para que estos puedan sentir el mínimo dolor o molestia posible tras la realización de este tratamiento.
A todas las acciones anteriormente mencionadas ( consumo de antiinflamatorios, hielo en la zona afectada, etc.) también se le debe añadir el mantener una higiene dental adecuada. No obstante, es importante recalcar que lo normal en estos casos es sentir ciertas molestias, pero no dolor. Si se da la situación de que un paciente lo está padeciendo, lo más adecuado será acudir a un profesional que pueda confirmar que no hay ningún problema y para que, en caso de que sí lo haya, pueda ofrecer una solución efectiva.