Los tratamientos dentales están respaldados por rigurosas prácticas y estándares de seguridad, por lo que son del todo seguros. No obstante, puede ocurrir que, tras la realización de un tratamiento de este tipo, el paciente sufra algún tipo de afección. Una de las más habituales es, precisamente, la parestesia dental.
Cualquier procedimiento médico está sujeto a una serie de riesgos a tener en cuenta. Por lo general, estos riesgos son mínimos y temporales. Es muy importante que, ante cualquier situación de este tipo, acudas a tu dentista o tu especialista médico. Conocer la causa que ha propiciado la afección es clave para su pronta solución.
¿En qué consiste la parestesia dental?
La parestesia dental es una afección muy común que se caracteriza por una sensación anormal y persistente de adormecimiento u hormigueo en los tejidos dentales y las estructuras que se hallan alrededor. Una sensación que puede afectar a los dientes, las encías, la lengua, los labios o la mandíbula y que ocurre justo después de un tratamiento dental.
¿Por qué se deben reali<ar curetajes dentales?
La parestesia se produce cuando se dañan o se irritan los nervios que transmiten las señales sensoriales desde los dientes hasta el cerebro. Un problema que puede ocurrir debido a una serie de motivos que veremos a continuación y cuyos síntomas son leves al principio, pero más intensos y persistentes con el paso del tiempo.
De hecho, hay personas que experimentan una sensación de entumecimiento constante en la zona afectada. Otras, en cambio, sienten una especie de hormigueo incómodo o una sensación de ardor y hasta picazón. En los casos más graves, la parestesia dental provoca una pérdida parcial o total de la sensibilidad en la zona.
En todos los casos, es fundamental que el paciente acuda a su dentista. En P&P Clinic puedes pedir cita (la primera visita es totalmente gratuita) para que podamos revisar tu caso. Evaluaremos la situación y determinaremos la causa de la parestesia. Por lo general, es una afección que desaparece por sí sola con el tiempo, pero en otros casos requiere de un cierto tratamiento.
Causas de la parestesia facial y dental
Veamos, a continuación, las causas más comunes de aparición de la parestesia dental. Como acabamos de decir, se produce especialmente después de la realización de un tratamiento dental. La exodoncia, la endodoncia, los implantes dentales o la cirugía oral son los procedimientos con los que suele aparecer.
Exodoncia
La exodoncia o extracción dental es un procedimiento muy habitual que llevamos a cabo para eliminar un diente dañado, infectado o que no se encuentra en una posición adecuada. En la mayoría de los casos, es un tratamiento muy seguro. Sin embargo, una de sus posibles complicaciones es la aparición de parestesia dental.
La causa de aparición de este problema tiene que ver con una lesión o un daño en los nervios durante la exodoncia. Es probable que, mientras se lleva a cabo el proceso de extracción, se vean afectados los nervios que rodean el diente, especialmente el nervio alveolar inferior o el nervio lingual. Una situación que puede ocurrir debido a una cirugía compleja, la ubicación del diente o una técnica inadecuada por parte del profesional médico.
Cuando los nervios se dañan, se produce una inflamación y una cicatrización en la zona, hasta el punto de ejercer presión sobre los propios nervios. Una situación que altera su función normal, dando lugar a la parestesia dental.
¿Qué tan importante es la ortodoncia lingual?
Antes de iniciar el tratamiento de exodoncia, el dentista debe explicar al paciente los posibles riesgos de este tratamiento. Entre ellos, habría que hablar de la parestesia. Sin embargo, también queremos dejar claro que la parestesia es una complicación muy poco habitual en las extracciones, ya que este es uno de los procedimientos dentales más seguros que existen en la actualidad.
Endodoncia
La endodoncia es un tratamiento dental con el que retiramos la pulpa dental cuando esta se encuentra dañada o infectada. Una técnica muy segura y efectiva, pero que, en algunos casos, puede dar lugar a una parestesia dental. Una lesión que se da cuando se daña o se irrita el nervio alveolar inferior, responsable de la sensibilidad en los dientes inferiores, la mandíbula y los labios.
Hay varios factores que contribuyen a la aparición de la parestesia dental tras una endodoncia. Uno de ellos es la proximidad del nervio alveolar inferior al diente que requiere el tratamiento. En algunos casos, este nervio puede estar muy cerca de la raíz del diente. Una situación que aumenta el riesgo de lesión o daño durante el proceso del tratamiento.
Otro factor importante es la habilidad y experiencia del endodoncista. Un manejo inadecuado de los instrumentos o una técnica incorrecta durante la endodoncia puede lesionar el nervio y provocar la parestesia dental. Es por esto que te recomendamos acudir siempre a un centro experimentado y especialista en endodoncia como P&P Clinic para minimizar al máximo estos riesgos.
No obstante, la parestesia dental después de una endodoncia es también una complicación muy poco común. La gran mayoría de los tratamientos de endodoncia son muy seguros y los pacientes experimentan una completa recuperación de la sensibilidad dental.
Implantes dentales
Los implantes dentales son un procedimiento que brinda una solución muy estética y duradera para reemplazar dientes perdidos. No obstante, existe el riesgo de que este tratamiento pueda dar lugar a una parestesia dental. Una afección que ocurre cuando se daña el nervio que hay alrededor de la zona donde se ha colocado el implante dental.
Durante la inserción del implante, es posible que se produzca una lesión en el nervio alveolar inferior. Una lesión que, en la mayoría de los casos, es causada por una mala técnica quirúrgica, una posición inusual del nervio o una inflamación postoperatoria.
La parestesia dental asociada a los implantes dentales es una complicación poco común. La mayoría de los procedimientos de implantología se realizan sin problemas y sin efectos secundarios negativos. Sin embargo, es muy importante que los profesionales informen a los pacientes sobre los riesgos potenciales antes de someterse a cualquier tratamiento dental.
Generalmente, la parestesia dental tras un implante es temporal y desaparece a medida que el nervio se recupera. Pueden darse casos más graves en los que la sensación anormal persiste en el tiempo. En este último caso, podemos hablar de una incidencia mínima e inferior al 3% de los tratamientos de implante dental.
Cirugía oral
La cirugía oral es un procedimiento médico que utilizamos para tratar una amplia variedad de problemas dentales. Se pueden incluir aquí las extracciones de muelas del juicio, los implantes dentales, la cirugía ortognática o las biopsias de tejidos orales. Un procedimiento muy beneficioso para mejorar la salud oral de nuestros pacientes, pero que también puede estar asociado con riesgos y complicaciones como la parestesia dental.
Durante una cirugía oral, se pueden producir lesiones en los nervios que se hallan cerca de los dientes y las estructuras de alrededor. Una situación que se da al manipular los tejidos, con el uso de los instrumentos quirúrgicos o por la presión ejercida sobre los nervios durante el procedimiento. Si los nervios se dañan, se interrumpe o se altera la transmisión de las señales nerviosas, dando lugar a la parestesia dental.
No obstante, hay que destacar que no todos los pacientes que se someten a una cirugía oral van a desarrollar parestesia. Aquellos que tienen un mayor riesgo de sufrir esta complicación son los que se someten a un tratamiento más invasivo. Hablamos, por ejemplo, de la extracción de las muelas del juicio o la cirugía ortognática. También serán más propensos a esta afección los pacientes que tienen una anatomía dental y nerviosa más compleja.
Principales síntomas de la parestesia dental
Los síntomas más habituales de la parestesia dental son hormigueo, entumecimiento o sensación de ardor en la boca. Estos síntomas pueden ser temporales o crónicos y varían en intensidad de una persona a otra.
El síntoma más común de la parestesia es, sin duda, el entumecimiento o adormecimiento de los dientes y las encías. La persona suele sentir una pérdida de sensibilidad de la zona afectada. El síntoma es tal que se dificulta la percepción de la temperatura y la presión al masticar o beber algo caliente o frío.
Otro síntoma frecuente es la sensación de hormigueo o picazón en los dientes y las encías. Una sensación incómoda que muchos pacientes describen como un hormigueo eléctrico en la boca. Hay personas que experimentan sensaciones de pinchazo o ardor en la zona afectada.
Por otro lado, la parestesia dental también provoca una sensación de hinchazón en los tejidos orales. El paciente siente como si sus dientes estuvieran más grandes o que sus encías están inflamadas, aunque no haya signos visibles de ellos.
Además de los síntomas sensoriales, la parestesia dental puede estar acompañada de dolor en algunos casos. La intensidad de este dolor puede variar desde una molestia leve a un dolor agudo y punzante. El dolor se localiza, por lo general, en los dientes afectados, pero también puede extenderse a otras zonas de la boca.
Los síntomas de la parestesia son el resultado de diversas causas. Si experimentas alguno de ellos, es muy importante que acudas a un especialista médico.
¿Qué debo hacer si creo tener parestesia?
Como ya venimos comentando a lo largo de este artículo, lo primero que debes hacer si crees que tienes una parestesia dental es acudir a un profesional dental. El dentista será quien examine tu boca para diagnosticar el problema que tienes. Pide cita en P&P Clinic para explicarnos los síntomas que tienes. Determinaremos la causa de la misma y te indicaremos el procedimiento a seguir para solucionar esta afección.
¿En qué consiste la pericoronaritis?
En todos los casos, es muy importante que sigas las recomendaciones de tu dentista. En función de la gravedad de la situación, el profesional te asesorará sobre tu higiene dental y te podrá recetar medicamentos o los procedimientos dentales más adecuados para eliminar la parestesia dental.
Ya que hablamos de la higiene oral, es fundamental que cumplas con tu rutina de limpieza para prevenir y controlar cualquier problema dental. Debes cepillarte los dientes al menos dos veces al día, usar hilo, cinta o seda dental con regularidad y programar visitas periódicas a tu centro dental para una revisión o una limpieza profesional.
Además, te recomendamos que evites hábitos que son perjudiciales para tus dientes. Nos referimos, por ejemplo, a morder objetos duros, apretar los dientes, morderse las uñas o el consumo excesivo de alimentos y bebidas calientes que suelen empeorar los problemas de parestesia.
Pero en todos los casos, e insistimos en esto, es muy importante que acudas a tu especialista médico ante cualquier síntoma de parestesia.
Cómo tratar la parestesia
El especialista dental es quien realizará el diagnóstico más adecuado para tratar tu parestesia dental. Los pacientes que experimenten dolor con esta afección, pueden tomar analgésicos para aliviar el malestar, pero siempre y en todo momento siguiendo las indicaciones del dentista.
La parestesia dental, en la mayoría de los casos, desaparece por sí sola en el tiempo. No obstante, los nervios dañados necesitan tiempo para sanar. La recuperación completa en los casos más complejos puede darse después de varias semanas o incluso meses. Durante este periodo, debes evitar realizar actividades que puedan empeorar la parestesia, sobre todo comer alimentos duros o cepillarte los dientes con mucha fuerza.
Hay situaciones en las que puede ser recomendable el uso de la terapia de estimulación para ayudar a acelerar la recuperación de la parestesia dental. Una terapia que implica la estimulación suave de los tejidos orales afectados para promover el flujo sanguíneo y la regeneración de los nervios. Un enfoque que debe realizarse siempre bajo la supervisión de un profesional dental cualificado.
La recuperación y el tratamiento de la parestesia dental puede ser un proceso lento y, a veces, muy frustrante. Recomendamos tener paciencia y mantener siempre una comunicación directa con el dentista para tratar cualquier posible cambio o alteración en los síntomas.
¿Cuánto tiempo puede durar la parestesia?
La duración de la parestesia dental puede variar de una persona a otra. Una duración que va a depender de una serie de factores.
Generalmente, la parestesia es una afección temporal y desaparece por sí sola en un periodo de tiempo que oscila entre varias semanas y meses. No obstante, también existen casos más raros y complejos en los que la parestesia se hace crónica y dura varios años.
Hay que tener en cuenta que la regeneración de los nervios dañados es un proceso lento y gradual. Los nervios se reparan y la sensibilidad vuelve a la normalidad con el paso del tiempo. Hay situaciones más graves, eso sí, en las que la recuperación completa es más difícil de lograr. Los factores que influyen en la duración de la parestesia dental son la gravedad de la lesión nerviosa, la edad del paciente y la capacidad individual de regeneración de los nervios.
Es por esto por lo que venimos insistiendo que, ante cualquier síntoma de esta afección, acudas a un especialista médico. A veces, con la toma de una serie de medicamentos y analgésicos podemos hacer desaparecer la parestesia. Pero en otras situaciones, el proceso de curación de los nervios se prolonga más en el tiempo.
Así pues, para conocer la duración de la parestesia debemos saber la causa de la misma y valorar la gravedad de la lesión. Lo más habitual es que en unas semanas o unos meses esté solucionada, ya que los casos de parestesia dental crónica son muy raros.
¿Cómo prevenir la parestesia?
La parestesia dental no es una afección grave, pero sí suele resultar molesta e incómoda. El paciente puede poner en práctica una serie de medidas para prevenir su aparición.
Una de estas medidas tiene que ver con la higiene bucal. Es necesario que te cepilles al menos dos veces al día y uses hilo dental con regularidad para eliminar la placa bacteriana y prevenir la enfermedad de las encías y la caries. Una higiene dental nula o deficiente causa inflamación y daños en los nervios dentales, aumentando los riesgos de sufrir una parestesia.
Para el cepillado, usa un cepillo de cerdas suaves. La técnica de cepillado más adecuada es aquella en la que se aplican movimientos suaves y circulares. Evita, en lo posible, presionar el cepillo sobre los dientes y las encías con demasiada fuerza, ya que esto puede dañar los tejidos y los nervios dentales.
Los deportes de contacto o ciertas actividades pueden provocar lesiones dentales y bucales. En caso de practicarlas, te recomendamos el uso de protectores bucales para proteger los dientes y las encías de golpes e impactos. Las lesiones en los dientes y las encías suelen dañar los nervios y provocar una parestesia.
La mejor prevención para la parestesia o cualquier otra afección dental es la visita periódica a tu dentista. Son durante las revisiones dentales cuando logramos identificar mejor cualquier posible problema bucodental. El diagnóstico temprano nos ayudará a brindarte el tratamiento más adecuado.
Por último, evita la automedicación dental. En ningún caso, trates de solucionar por ti mismo tu parestesia dental. Sabemos que, en muchas ocasiones, ante dificultades de este tipo acudimos a internet en busca de remedios caseros. Para tratar el problema de parestesia dental debes contar con la ayuda de un especialista.