En la actualidad, los implantes dentales son los encargados de devolver la sonrisa al paciente, así como asegurarse de que su dentadura vuelva a funcionar con normalidad. Este tipo de prótesis se son las encargadas de que las piezas dentales que faltan ya no sean una cuestión de gravedad, sino que puedan ser perfectamente tratadas a través de esta intervención, la cual garantizará un estado magnífico de los dientes de los pacientes. No obstante, es importante recalcar que a pesar de ser un tipo de tratamiento muy útil y efectivo, también es posible que existan complicaciones que deben ser tenidas en cuenta. Se estima que su éxito está en un 97%, que si bien es una cifra bastante elevada, sigue teniendo sus riesgos. Los implantes dentales también pueden sufrir de enfermedades periodontales, que en su caso serían patologías periimplantales, y que se dividen en dos tipos diferentes. La primera, es la mucositis periimplantaria, un tipo de enfermedad producida cuando los tejidos blandos o mucosas que se encuentran situados alrededor del implante se inflaman. Este tipo de patología es reversible, y afecta a entre un 30% y 70% de las personas que cuentan con prótesis. A pesar de esto, no supone una pérdida de hueso, pero sí que es bastante equiparable a otras infecciones de las encías existentes, como puede ser la gingivitis. Por otro lado, también está la periimplantitis, que es una enfermedad que es similar a la periodontitis y que hace que se vean perjudicados todos los tejidos, tanto los blandos como los duros. Esto significa que se puede llegar a destruir el hueso que sujeta el implante, poniéndolo en peligro y causando también secuelas de carácter estético como la recesión de encías.
La realidad es que si no se lleva a cabo un tratamiento efectivo, el implante que se encuentra afectado se puede perder de forma definitiva. Tanto en el caso de la mucositis como en el de la periimplantitis, el hecho de que se inflamen los tejidos es una consecuencia directa de la placa bacteriana que se encuentra acumulada en los dientes. La mucositis es un estado bastante leve de la enfermedad, una exposición prolongada que tienen los tejidos con respecto al sarro y que pueden provocar que esta patología avance hasta convertirse en una grave periimplantitis. En el caso de la mucositis periimplantaria, esta es fácil de detectar, pues presenta algunos síntomas que son bastante característicos, comenzando por un sangrado o inflamación de las encías, y siguiendo por una supuración de pus. En caso de presentar cualquiera de estos signos, será importante acudir a un profesional que pueda dar con la solución más adecuada. Una infección de estas dimensiones será fácilmente reconocible por cualquier profesional, por lo que se procederá a llevar a cabo el tratamiento correspondiente para terminar con esta placa bacteriana y que los dientes no se vean aún más afectados.
La mucositis, a su vez, puede darse por distintas circunstancias, aunque el motivo principal suele ser precisamente la acumulación de esta placa bacteriana. No obstante, también puede aparecer debido a una mala higiene dental, a restos de comida acumulados en los dientes, o incluso por hábitos poco saludables como puede ser el consumir tabaco.Cuando se reduce la capacidad de defensa que tiene el organismo ante los posibles agentes externos, esto hace que la cantidad de riego sanguíneo en los tejidos peridontales disminuya de forma considerable, y provoca que se vaya acumulando el sarro. El hecho de adoptar o eliminar una serie de hábitos, como el consumo del tabaco, hace que las posibilidades de que un implante cicatrice de la forma correcta se multipliquen. Por otro lado, también hay algunas personas que tienen propensión genética a desarrollar algunas enfermedades de tipo periodontal. La periodoncia tiene además una relación directa con otras patologías, a pesar de que estos no son los únicos factores que influyen en la aparición de esta infección, pues en muchas ocasiones esta puede darse por una mala colocación del implante. Será fundamental tener un diseño adecuado de todas las prótesis, pues si este no se lleva a cabo de la forma correcta también hace que se pueda producir la acumulación de bacterias.
Para un caso de enfermedades periimplantales, sean cuales sean, lo más adecuado es intentar prevenirlas antes de que aparezcan. Una higiene bucal correcta será el elemento principal para poder lograrlo, pues normalmente es la capa bacteriana la responsable de que se produzcan estas patologías. El paciente deberá seguir las instrucciones del dentista para poder limpiar de forma correcta los implantes dentales que se le hayan colocado, de manera que se ahorren complicaciones y problemas en el futuro. En el caso de la mucositis, estas se pueden eliminar a través del control del causante de la misma, pero en el caso de la periimplantitis esta ya requiere de una intervención directa para poder erradicarla completamente. El dentista tendrá que proceder a realizar una cirugía de acceso, de forma que se pueda limpiar completamente el implante y se eliminen todas las posibles bacterias que se van acumulando. Una vez se lleve a cabo este proceso, será necesario reconstruir la zona que se ha dañado para hacer un injerto de hueso, solamente en casos algo más extremos. Los dentistas, por norma general, también suelen recetar antibióticos, pero es necesario conocer de primera mano la situación de cada paciente para saber cuál es la solución más adecuada.
En caso de tener sospechas de poder padecer cualquiera de estas enfermedades, lo más recomendable es acudir a una clínica dental y que un especialista se encargue no solamente llevar a cabo un diagnóstico, sino de proceder con el tratamiento más adecuado para solucionar la complicación. De esta manera, se garantizará que la salud mental de los pacientes se encuentre totalmente segura y no derive en otras infecciones más graves que puedan provocar la pérdida de piezas dentales de forma totalmente definitiva. Normalmente, la primera visita al dentista para realizar una revisión es gratuita, por lo que se recomienda altamente acudir a una clínica y poder descartar cualquier problema.