Es posible que muchas de las veces que acabas de finalizar tu rutina de lavado dental, notes que no te ha quedado la sensación de frescura que esperabas, bien sea porque no la has realizado correctamente o porque hayas comido un alimento o bebida con un sabor especialmente fuerte. Sea cual sea tu situación, siempre te recomendamos que uses un enjuague bucal porque, a parte de darte una maravillosa sensación de frescura tras tu lavado, te aportará muchos otros beneficios que seguro no conocías.
¡Quédate con nosotros y empieza a saber que tipo de enjuague bucal es el adecuado para ti!
¿Qué es el enjuague bucal o colutorio?
Para empezar, cabe decir, que no es lo mismo un enjuague bucal que un colutorio. Un enjuague bucal es, según el Consejo General de Dentistas, “un líquido medicinal para enjuagarse la boca durante un tiempo determinado y después expulsarlo”. Mientras que un colutorio es una solución algo más espesa y viscosa que la anterior que tiene como fin tratar afecciones de la boca.
Es muy importante saber que estos tipos de enjuague no son sustituyentes del cepillado diario ni de la higiene interdental, sino un elemento complementario a estos.
¿Qué beneficios tiene usar enjuague bucal?
Son varios los beneficios que el enjuague bucal nos ofrece. Algunos de ellos pueden ser tales como la prevención de aftas bucales, la recomendación a pacientes en proceso de usar ortodoncia, evitar que las caries aumenten de tamaño. Son tantos los beneficios que tardaríamos demasiado en nombrarlos, por ese motivo, hemos establecido dos beneficios principales:
Para la salud bucal
El enjuague bucal es considerado como un elemento complementario de nuestra rutina de cepillado, el cual nos aporta diversos beneficios para nuestra salud bucal, como puede ser el ayudar a combatir la placa bacteriana que se forma en nuestra boca y que el cepillado y la higiene interdental no han podido eliminar. Esto contribuye a prevenir, como ya sabemos, la caries (y que estas aumenten de tamaño) y las enfermedades en nuestras encías. También, como mencionamos arriba, ayuda a la prevención de aftas bucales y, en caso de tenerlas, ayuda a su rápida curación. Es muy útil para combatir las posibles enfermedades que podamos llegar a tener ya que el enjuague llega a todas las partes de la boca, a diferencia del cepillo o hilo dental.
Para el aliento
Empecemos por una pregunta un tanto obvia, y es que ¿a quién le gusta tener mal aliento? A la mayoría de las personas, por no decir todas, no nos gusta ese aroma que desprende nuestra cavidad bucal en las mañanas o tras una comida muy pesada. Es por eso que el enjuague bucal, junto con nuestra rutina de cepillado e higiene dental, nos va a ser de lo más útil durante todo el día para preservar esa frescura que se te queda cuando acabas de cepillarte los dientes. Un buen enjuague bucal tras el cepillado ayuda precisamente a combatir las bacterias que puedan haberse quedado en nuestra boca y que el cepillado no haya podido eliminar. Estas bacterias son las responsables de causar el mal aliento, por lo que, si tenemos buena higiene dental y un buen enjuague como paso final del lavado, no tendremos que preocuparnos por que estas bacterias vuelvan a surgir, o surjan en la menor cantidad posible. Claro está, que para mantener los buenos resultados de aliento fresco, es necesario cepillarse y enjuagarse la boca una vez tras cada comida que realicemos al día (al menos tres veces; desayuno, comida y cena).
¿Cuál es el mejor enjuague bucal para ti?
Como vemos, hay diferentes tipos de enjuague bucal, sin embargo, no todos son aptos para nuestras necesidades. Cada persona es diferente, por lo que tendremos que comprar un enjuague que se adapte a lo que nuestra boca necesita. Parece que no pero en realidad es un punto bastante importante, ya que si compramos uno aleatorio puede que no nos surta el mismo efecto que lo haría uno que sí estuviese adecuado a nuestras necesidades. A continuación te dejamos los dos tipos de enjuague que podemos encontrar:
Clorhexidina
La función principal de la clorhexidina es desinfectar, por lo tanto tiene una actuación bactericida y fungicida, esto quiere decir que previene el crecimiento de bacterias en nuestra cavidad bucal. Se recomienda usar este tipo de enjuagues cuando cuando presentamos algún tipo de afecciones, ya sea heridas dentro de la boca o en aspectos quirúrgicos. Por último, como dato curioso, el enjuague bucal con clorhexidina es útil para reducir la carga vírica si has dado positivo en coronavirus, ya que diversos estudios han demostrado que enjuagarse la boca con este tipo de soluciones ayuda a prevenir el progreso de la enfermedad. Esto puede ser porque, al eliminar la placa bacteriana de nuestra boca, también es probable que pueda eliminar los virus que se encuentren en el interior de nuestra cavidad bucal
Con o sin alcohol
Por otro lado, tenemos los enjuagues bucales con y sin alcohol. Los que contienen alcohol están contraindicados en personas que sufren de sensibilidad dental o en las encías, así como también en personas que sufren de alguna alteración en las mucosas bucales. Este tipo de enjuagues podrían tener un efecto cáustico y astringente en algunos pacientes, que remiten dolor durante su empleo. Es por eso por lo que en los últimos años se ha reducido considerablemente la cantidad de alcohol en los enjuagues. Aun así esto no quiere decir que un enjuague bucal sin alcohol sea mejor o peor que uno que contenga alcohol.
Los enjuagues bucales sin alcohol aseguran una correcta higiene bucodental evitando la acumulación de biofilm bucal, previniendo la formación de caries, y dejando un aliento fresco y agradable. Además, tienen la ventaja de que no producen la alteración de las mucosas bucales y evitan algunos de los problemas que pueden dar los enjuagues con alcohol como pueden ser la sequedad bucal o las xerostomía.
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