Lo más habitual cuando una persona comienza a llevar ortodoncia por primera vez es que le surjan una serie de dudas con respecto a ello, como por ejemplo qué es lo que pueden comer o no, o si los aparatos van a ser excesivamente molestos, sobre todo a la hora de realizar actividades como comer o hablar. Estas últimas suelen ser las que más preocupación generan, y por ello es necesario desmentir todas las leyendas urbanas que se generan en torno a este tipo de ortodoncias.
En el caso de que el paciente vaya a ponerse brackets, lo primero que debe saber es que el momento en el que el dentista se encarga de fijarlo a los dientes no duele, ya que solo cementa los brackets sobre las piezas dentales. Esta técnica es indolora y poco invasiva, pues no se necesita cambiar nada del aspecto físico de la pieza dental.
Además, para realizar estos procedimientos se suele utilizar anestesia local. No obstante, en el momento en el que la sesión ha terminado, sí que se comenzarán a sentir las principales molestias en la boca, sobre todo durante los primeros días.
Estas podrán ser de dos tipos: ocasionadas por las rozaduras que los brackets producen en la boca y que pueden provocar heridas o llagas; y las que se generan debido a los movimientos de los brackets dentro de las piezas dentales. En todo caso, y como ya se ha mencionado, estos dolores solamente se darán los primeros días, pues después el paciente se acostumbra.
Es importante recalcar, que a pesar de que lo más habitual es que la colocación de los brackets solo genere molestias al principio, todo dependerá de cada paciente y de su situación. A pesar de ello, sí que es importante saber que la sensación va variando dependiendo del origen de la misma. Es decir, cuando el dolor se debe a los movimientos de la ortodoncia en los dientes, este podrá durar tres o cuatro días. Pero, cuando las molestias se producen por el roce de los brackets en la mucosa bucal, estos podrán llegar a durar hasta una semana.
Por otra parte, en el caso de los brackets linguales Incognito, estos dolores podrían prolongarse hasta más de dos semanas, ya que los dientes de abajo suelen doler más porque el hueso de la mandíbula es mucho más denso y roza también el labio inferior.
Por este motivo también es importante acudir al dentista con regularidad, pues ellos pueden dar la solución adecuada a los pacientes en caso de que las molestias sean ya demasiado fuertes. Además de esto, el ortodoncista tendrá que asegurarse de que el tratamiento está evolucionando bien y que no está surgiendo ningún tipo de complicación innecesaria.
También, para poder ayudar al paciente, podrá actuar sobre el aparato para que active nuevos micromovimientos y que los dientes se muevan hasta alcanzar las posiciones adecuadas. Como ya se ha mencionado, que los pacientes sientan molestias cuando les acaban de colocar los brackets es algo habitual. Sin embargo, si estas alcanzan un nivel demasiado alto, lo más recomendable será acudir a consulta cuanto antes para poder averiguar qué es lo que está fallando y cómo se puede solucionar.
Cuando ya se conocen las causas por las cuales a una persona puede dolerle la boca a causa de los brackets, será importante conocer qué es lo que se debe hacer para poder aliviar las molestias. Estas suelen deberse a la necesidad que tienen los pacientes de ejercer fuerza sobre las piezas dentales que se tienen que mover. Lo normal es que una persona a la que le han puesto brackets sienta algún tipo de dolor después del tratamiento, sobre todo durante los primeros días.
No obstante, dependiendo de cada caso y de cada paciente, estos dolores pueden ser más o menos intensos. Normalmente, cuando estos son mucho más molestos de lo normal, es debido a que la ortodoncia ha podido no colocarse de la manera correcta. Por ello, para poder tratar el dolor, lo primero que se debe hacer es identificar la causa del mismo, y esto puede hacerse fácilmente si se acude a consulta y un profesional lleva a cabo una revisión para comprobar qué es lo que está ocurriendo.
Cuando los dolores se producen debido a los movimientos del aparato en los dientes, lo mejor será que pasen unos días hasta que la boca se acostumbre a la ortodoncia. En caso de que dicho dolor sea insoportable, ya sería aconsejable acudir a un dentista de confianza. Lo más probable es que este indique al paciente que tome algún tipo de analgésico para aliviar estas molestias.
Por otra parte, si las rozaduras son las causantes del malestar, entonces seguramente se deba comprar una cera protectora para la ortodoncia y aplicarla en aquella zona donde está rozando. También se puede aplicar cera de colmillo a colmillo las tres primeras noches tras la colocación de los brackets, y así poder evitar que aparezcan llagas o heridas.
Una de las cuestiones que más suele preocupar a los pacientes es si la ortodoncia es dolorosa durante todo el tiempo que dura el tratamiento. La respuesta a esto es absolutamente negativa, pues lo normal es sentir dolores únicamente durante el periodo de adaptación, es decir, los primeros días tras colocar el aparato. Y, una vez finalice dicho periodo, se podrá volver a hacer vida normal sin ningún tipo de problema, aunque sí que se deberán seguir una serie de pautas.
La primera, será multiplicar la higiene diaria, pues con los brackets es mucho más fácil que queden restos de comida entre los dientes, así que los cepillados deben ser más intensos y duraderos. Por otra parte, habrá ciertos alimentos con los que habrá que tener ciertas precauciones, como aquellos que sean demasiado duros o extremadamente pegajosos ( turrones, manzanas, bocadillos) pues los brackets podrían llegar a despegarse.
También conviene saber que cuando llega la hora de retirar los brackets, el paciente no sentirá ningún tipo de dolor, pues se utilizará anestesia local. Lo más probable es que lo único que sientan sea sorpresa al ver su boca completamente nueva y con todos los dientes perfectamente colocados después de tanto tiempo.