El liquen plano oral no es algo que conozca mucha gente, a pesar de que es la patología no infecciosa que más frecuentemente aparece en la mucosa bucal, donde se incluyen los interiores de las mejillas, el suelo de la boca y la lengua. Se calcula que entre el 0,2% y el 1,9% de la población padece o ha padecido alguna vez esta enfermedad, según los estudios que han realizado tanto la Unidad de Medicina Bucal de la Facultad de Medicina como de Odontología de la Universidad de Murcia.
A pesar de que esta patología es mucho más común de lo que parece, no todo el mundo es capaz de poder identificarla. Se trata de una afección crónica que tiende a aparecer de nuevo con el paso de los años y que no deja cicatrices. Este puede presentarse tanto en las uñas, como en el pelo o incluso en la piel, y para identificarlo correctamente es importante conocer algunas de sus características. El liquen plano provoca un engrosamiento de la mucosa bucal donde quien lo padece puede experimentar algunas lesiones que varían dependiendo de cada caso.
Algunas de las más comunes son la coloración de las heridas, que pueden ser tanto blancas como rojas, la intensidad, ya que esta enfermedad puede aparecer con el paso del tiempo e incluso tener brotes de mayor o menor grado; el tamaño, donde las lesiones pueden disminuir o aumentar dependiendo del volumen que tengan, y la sintomatología, ya que pueden presentar erupciones que les provoquen picor o ser completamente asintomáticos.
Hablando de los síntomas del liquen plano, es importante que los pacientes los puedan conocer bien para poder identificarlos en caso de que se presenten en su organismo. Así, el liquen plano va a provocar diferentes lesiones dependiendo de cuál sea su correspondiente coloración. Estos dos colores pueden ser el blanco y el rojo.
En el caso de que exista la presencia de las formas blancas, esto querrá decir que son asintomáticas y seguramente aparezcan unas estrías blanquecinas, que serán el mayor indicador de que una persona padece de este liquen. En estas situaciones, los pacientes no suelen ser conscientes de que tienen este tipo de patología, aunque sí es cierto que dependiendo de qué tamaño tengan se puede notar cierta rugosidad causada por la aparición de las estrías. También puede darse el caso de que la lesión no resulte molesta para la persona y no pueda notar que padece de liquen.
Por ello, al pensar que todo está en orden no acude al dentista y la enfermedad se puede agravar. Esto no suele ocurrir con tanta frecuencia en el caso del color rojo, ya que cuando el liquen adopta este tono, se hace mucho más evidente que una persona padece de esta enfermedad. Aparte de esto, los síntomas también son mucho más intensos, pues se producen sensaciones muy fuertes de escozor, dolor y aumento considerable de la sensibilidad, además de que su color puede ir cambiando a tonos más oscuros.
Teniendo en cuenta estas características, si una persona tiene alguna sospecha de poder padecer liquen plano oral, debe acudir a consulta con su dentista lo antes posible para que sea un experto el que evalúe cómo se encuentra su cavidad bucal. De esta manera, se podrá realizar un diagnóstico mucho más preciso. El profesional comenzará con una inspección que pueda tanto descartar como confirmar que un paciente sufre de liquen, para lo cual seguramente también sea necesaria una biopsia.
A través de este proceso, se extrae una pequeña muestra de tejido para poder someterlo a una examinación en un laboratorio de anatomía patológica. Una vez se pueda identificar que se trata de liquen, entonces habrá que aclarar si la afección es grave. Esto puede conocerse cuando se encuentra en los bordes laterales de la boca, o cuando dichos bordes no están definidos, o incluso cuando el color cambia del blanco al rojo.
En caso de presentar cualquiera de estos síntomas, lo más importante será el descarte de otra patología que sea mucho más maligna, como por ejemplo, un cáncer de boca. Será de vital importancia que si un paciente tiene la mínima sospecha de poder padecer de liquen acuda al dentista cuanto antes para que un profesional pueda extirparlo y eliminando parte del tejido sano para poder mantener en buen estado la salud dental del paciente.
No obstante, posteriormente el paciente también tendrá que someterse a ciertas revisiones semestrales para descartar posibles complicaciones y asegurarse de que la evolución está siendo la correcta. También será importante recalcar, que cuando el liquen plano tiene color blanco y está en el interior de la boca, la biopsia no será necesaria. Este tipo de problemas suelen ser más comunes sobre todo en las personas fumadoras, las cuales deberían reducir considerablemente el consumo de tabaco. En algunos casos incluso los dentistas pueden llegar a recetar algún tipo de medicamento que pueda ayudar a controlar los síntomas y que se reduzcan las molestias.
El liquen plano es una enfermedad bastante desconocida en muchos aspectos, comenzando por su origen. No obstante, algunos estudios indican que puede deberse a cierto desorden de carácter inmunológico y que está relacionado con otras enfermedades autoinmunes.
A pesar de ello, esta no es infecciosa, lo que también significa que no puede contagiarse entre las personas. Además, esta es bastante común entre los 30 y los 70 años, y que aunque también puede afectar a ancianos y a niños, no suele ser lo habitual. Por otra parte, es importante tener en cuenta que existen una serie de factores de riesgo que favorecen a que pueda aparecer, comenzando por ciertas prótesis como los implantes dentales, o incluso un tratamiento de ortodoncia.
Por supuesto, no se pueden olvidar otros hábitos nocivos como pueden ser el consumo de alcohol y de tabaco, la mala alimentación o una higiene deficiente que termine derivando en la aparición de placa bacteriana en la boca. Aparte de esto, otros elementos como el estrés o la ansiedad o incluso el consumo de ciertos medicamentos también pueden favorecer a que una persona padezca de liquen, por lo que en caso de tener la mínima sospecha de tenerlo, será importante acudir al dentista cuanto antes.