Granos en la lengua, ¿por qué salen y cómo se quitan?

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    Los granos en la lengua son una afección muy común que suelen padecer muchas personas. Dependiendo de las causas de su origen, puede tratarse de un tema preocupante o no. En esta ocasión, vamos a conocer algunos de los motivos de aparición y qué remedios son los más efectivos para eliminarlos. 

    Generalmente, si los granos son pequeños y blancos y aparecen en la punta o en los laterales de la lengua, hablamos de una inflamación en las papilas gustativas. Sin embargo, si estos granos son más grandes, de color rojo y dolorosos es probable que se deban a una infección o un problema mayor que hay que tratar. 

    Granos en la lengua

    Granitos en la lengua, ¿qué son?

    Los granos en la lengua son pequeñas protuberancias en la superficie de la lengua que se pueden inflamar y, en ocasiones, son dolorosas. Pueden aparecer en cualquier parte de la lengua y sus causas obedecen a múltiples factores. 

    Aunque, por lo general, son incómodos y molestos, la mayoría de ellos desaparecen por sí solos en unos días. Si persisten por más tiempo y vienen acompañados de otros síntomas, es recomendable acudir al médico. 

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    Causas de los granos en la lengua

    Es el momento de conocer, a continuación, las causas de aparición más habituales de los granos en la lengua. Conocer el origen de su presencia es fundamental para poder determinar el tratamiento más adecuado. 

    Llagas bucales

    Las llagas o aftas bucales son pequeñas heridas de la boca que pueden aparecer en la superficie de la lengua. Cuando surgen, suelen causar dolor y dificultad para hablar y comer. No en vano, las llagas irritan la lengua y son motivo de aparición de diversos granos. Para tratar las aftas, puedes hacer enjuagues bucales con productos antisépticos o analgésicos tópicos, además de mantener siempre una higiene dental óptima. 

    Heridas en la lengua

    Las heridas en la lengua pueden ser causadas por diversos factores. Cuando la lengua se lesiona, se produce una inflamación en la zona afectada. Esto puede dar lugar a la formación de pequeños granos o ampollas. A menudo, estos granos son incómodos o incluso dolorosos. En estos casos, es importante evitar irritar más la zona afectada y mantener una buena higiene oral. 

    Quemaduras

    Al igual que con las heridas, cuando la lengua se quema puede irritarse y desarrollar pequeños granos y ampollas. Estas protuberancias suelen ser dolorosas y molestas, sobre todo a la hora de hablar y comer. Para aliviar las molestias, es recomendable beber líquidos fríos y evitar el consumo de alimentos ácidos o picantes que puedan irritar aún más la piel de la zona afectada. 

    Infecciones

    Los virus, hongos y bacterias provocan infecciones, una de las principales causas de aparición de granos en la lengua. Entre las infecciones en la boca que pueden desencadenar esta reacción están la candidiasis oral, el herpes labial y la infección por estreptococos. En cualquiera de estos casos, es muy importante consultar con un especialista médico para determinar cuál es el origen del problema. 

    El doctor Gómez Torreiro publicó en 2019 en la Revista de Alergología e Inmunología Clínica el estudio Alergias alimentarias y orales. Un artículo en el que se definen las principales alergias alimentarias que causan reacciones en la lengua y la boca en general. 

    Alergias

    Si una persona tiene una reacción alérgica, su sistema inmunológico responde de forma un tanto excesiva. Esta respuesta puede provocar la aparición de granos en la lengua o en otras partes del cuerpo. En la mayoría de las ocasiones, estos granos son pequeños y se pueden acompañar de picazón, hinchazón y enrojecimiento. Para aliviar los síntomas, es importante identificar la causa de la alergia con un alergólogo. 

    Virus del papiloma

    El virus del papiloma humano es una enfermedad que, entre otras cosas, es el causante de la aparición de verrugas y granos en diferentes partes del cuerpo. Si aparecen en la lengua, reciben el nombre de papilomas linguales y son más comunes en jóvenes y adolescentes. Por lo general, son inofensivos y desaparecen a los pocos días por sí solos, pero también son molestos para hablar y comer. 

    En el año 2010, se publicó el estudio Papiloma virus humano y cáncer oral. Un artículo en el que se revisa la relación y las consecuencias que tiene el virus del papiloma humano en la lengua y en la boca en general. De hecho, se habla de la relación de este trastorno con la aparición de verrugas y granos en la lengua. 

    Hábitos

    Hay diversos malos hábitos que pueden provocar la aparición de granos en la lengua. Hablamos, por ejemplo, del tabaco, el consumo de alimentos picantes o con un alto contenido en especias, el alcohol en exceso, masticas chicle con demasiada frecuencia y una mala higiene dental. 

    ¿Cómo quitar los granos linguales?

    En la mayoría de los casos anteriores, los granos en la lengua son inofensivos y desaparecen por sí solos al cabo de unos días. No obstante, para reducir las molestias que producen se pueden poner en práctica una serie de remedios. En primer lugar, es muy importante mantener una higiene dental óptima para evitar la acumulación de bacterias. Se recomienda cepillar los dientes al menos dos veces al día y el uso de hilo dental para eliminar los restos de comida que quedan entre los dientes y la lengua. 

    Otra solución es enjuagar la boca con agua tibia y sal para aliviar la inflamación y reducir el dolor y las molestias. Para ello, debes mezclar una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y hacer gárgaras durante unos minutos antes de escupir el agua. En caso de que el dolor sea intenso, será necesario tomar unos analgésicos. También se puede aplicar una pequeña cantidad de miel en los granos de la lengua para reducir la inflamación. La miel tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan a reducir los granos y el dolor. Finalmente, si los granos continúan después de una semana de su aparición o si están causando mucho dolor, es recomendable consultar con el especialista médico para obtener un diagnóstico más preciso y el tratamiento adecuado.

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