Función de las muelas del juicio o cordales

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    En los tiempos modernos, la necesidad de extraer las muelas del juicio es un procedimiento común y generalmente se realiza para prevenir complicaciones dentales y orales. A menudo, estos dientes adicionales no tienen suficiente espacio para emerger correctamente, lo que puede causar dolor, infecciones, apiñamiento dental y otros problemas bucales.

    Función de las muelas del juicio

    Como resultado, muchos consideran las muelas del juicio como estructuras vestigiales que han perdido su función original debido a la evolución humana.

    Sin embargo, a medida que nuestra especie ha evolucionado, las mandíbulas humanas han disminuido en tamaño, y nuestras dietas se han vuelto cada vez más suaves y fáciles de comer.

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    Estos cambios evolutivos han llevado a un fenómeno común en la actualidad: la falta de espacio adecuado en la boca para que las muelas del juicio erupcionen correctamente. Como resultado, la mayoría de las personas sufren de problemas dentales relacionados con las muelas del juicio, como el apiñamiento dental, infecciones y dolor.

    ¿Qué son los cordales?

    Los cordales, comúnmente conocidos como muelas del juicio, son los terceros molares que se ubican en la parte posterior de la boca, en la última posición de la dentición. Estos dientes reciben su nombre debido a la creencia de que erupcionan durante la etapa de madurez o «edad de la sabiduría». Sin embargo, a pesar de su denominación romántica, las muelas del juicio a menudo se enfrentan a diversos problemas y desafíos.

    Los cordales desempeñaron un papel vital en nuestros antepasados prehistóricos. Con mandíbulas más grandes y una dieta basada en alimentos duros y fibrosos, estos dientes eran esenciales para la masticación y trituración eficiente de los alimentos. Sin embargo, a medida que nuestra especie ha evolucionado, nuestros hábitos alimenticios y nuestra anatomía bucal han cambiado significativamente.

    La evolución ha llevado a la reducción gradual del tamaño de las mandíbulas humanas, lo que ha resultado en menos espacio disponible para la erupción adecuada de los cordales. A menudo, estos dientes emergen parcial o completamente impactados, es decir, no logran emerger completamente debido a la falta de espacio o a una mala posición. Esto puede causar una serie de problemas dentales y de salud.

    El apiñamiento dental es una de las complicaciones más comunes relacionadas con los cordales. Cuando no hay suficiente espacio en la boca, los dientes relacionados pueden desplazarse y apiñarse, lo que afecta la alineación y la estética de la sonrisa. Además, los cordales impactados pueden generar infecciones o abscesos, ya que su posición parcialmente cubierta por encía facilita la acumulación de bacterias y restos de alimentos.

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    La erupción de los cordales es dolorosa y puede ir acompañada de inflamación e irritación de los tejidos circundantes. La presión ejercida por los dientes que intentan emerger puede causar malestar, dolor de mandíbula e incluso dolores de cabeza. Estos síntomas pueden ser temporales o crónicos, y pueden requerir intervención dental o incluso extracción de los cordales.

    Debido a los problemas asociados con las muelas del juicio, muchos profesionales de la odontología y cirugía maxilofacial recomiendan la evaluación temprana de los cordales a través de radiografías y exámenes clínicos. En muchos casos, la extracción preventiva de los cordales impactados o problemáticos puede ser la mejor opción para evitar complicaciones futuras.

    ¿Para qué sirven las muelas del juicio?

    Las muelas del juicio, o cordales, han sido objeto de interés y especulación en el campo de la odontología y la biología evolutiva debido a la incertidumbre que rodea su función precisa en los seres humanos modernos. Aunque para muchos representan un problema dental común, se cree que en nuestros antepasados prehistóricos desempeñaban un papel crucial en la masticación de alimentos más duros y fibrosos.

    Es de vital importancia acotar, que las mandíbulas humanas son más grandes y tienen mayor espacio para albergar los cordales.

    En aquellos tiempos, las dietas consistían principalmente en alimentos crudos y poco procesados, como carnes duras, raíces y vegetales fibrosos. Las muelas del juicio, al encontrarse en la parte posterior de la boca, se utilizaban para moler y triturar estos alimentos, facilitando así la digestión y extracción de nutrientes.

    A medida que nuestra especie ha evolucionado, nuestras mandíbulas se han vuelto más pequeñas y nuestras dietas han experimentado cambios significativos. La introducción de alimentos procesados y cocinados, así como una mayor variedad de opciones alimenticias, ha llevado a que la necesidad de las muelas del juicio se reduzca. Igualmente, debido a la falta de espacio en la boca, es común que estos dientes erupcionen de manera parcial o queden impactados.

    Algunos expertos sugieren que las muelas del juicio aún pueden tener una función residual en los seres humanos modernos. Se plantea la hipótesis de que estas muelas podrían contribuir a la redistribución de las fuerzas de mordida en la mandíbula, aliviando la carga sobre otros dientes durante la masticación.

    En situaciones en las que faltan otros molares posteriores, la presencia de las muelas del juicio podría ayudar a equilibrar la distribución de las fuerzas de mordida y a mantener la funcionalidad de la dentición.

    Desde una perspectiva evolutiva, las muelas del juicio podrían considerarse como vestigios de un pasado en el que eran fundamentales para la supervivencia y la alimentación de nuestros antepasados. A medida que nuestra especie ha experimentado cambios en el tamaño de las mandíbulas y en los hábitos alimenticios, es posible que las muelas del juicio hayan perdido parte de su utilidad. Sin embargo, su persistencia en algunos individuos podría deberse a un proceso gradual de reducción más que a una función completamente obsoleta.

    Es importante destacar que no todas las personas desarrollan muelas del juicio, y en muchos casos, estos dientes no erupcionan o causan molestias. No obstante, cuando surgen complicaciones, como el apiñamiento dental, la infección o el dolor, es común que se recomiende la extracción de las muelas del juicio problemáticas.

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    ¿Cuándo aparecen?

    No todas las personas desarrollan muelas del juicio, y algunas pueden tener menos o más de las cuatro que suelen presentarse. Es como si cada boca tuviera su propia interpretación única de esta historia dental. Algunos son afortunados y no experimentan ningún problema con estas muelas tardías, mientras que otros se enfrentan a una montaña rusa de molestias y complicaciones.

    La erupción de las muelas del juicio puede ser todo un espectáculo. Algunas veces, estas muelas deciden hacer su aparición con calma y sin causar problemas. Pero, en otros casos, pueden ser un auténtico dolor de cabeza (y de mandíbula). Pueden emerger de manera parcial, lo que significa que solo se asoman tímidamente, y esto puede dar lugar a una acumulación de alimentos y bacterias que se esconden en los recovecos. ¡Y ahí es cuando se desata el caos y la infección entra en escena!

    Incluso pueden ser tan rebeldes que se impactan, es decir, quedan atrapadas bajo las encías o chocan con otros dientes, provocando un montón de problemas. A veces, estas muelas deciden crecer en ángulos extraños, lo que puede resultar en dolor, hinchazón e irritación.

    Es importante mencionar que el desarrollo y la erupción de las muelas del juicio varían de persona a persona. Algunos pueden tener una erupción temprana, mientras que otros pueden esperar hasta más tarde en la vida para que aparezcan.

    ¿Cómo saber si nos están saliendo?

    Puede comenzar como una molestia leve y luego intensificarse a medida que las muelas del juicio intentan emerger. El dolor puede irradiar hacia la mandíbula, el oído e incluso el cuello. Es como si nuestras muelas del juicio estuvieran dando una señal de advertencia de su llegada.

    La inflamación y la hinchazón en la zona también son signos comunes de que las muelas del juicio están en proceso de erupción. Puede haber enrojecimiento y sensibilidad en las encías cercanas a donde se espera que aparezcan estas muelas.

    En ocasiones, incluso podemos sentir una pequeña protuberancia o bulto en la parte posterior de la boca, indicando que algo está en movimiento.

    La dificultad para abrir completamente la boca o para masticar adecuadamente puede ser otro indicio de que las muelas del juicio están en camino. Estos dientes adicionales pueden ejercer presión sobre los dientes vecinos y causar molestias al realizar movimientos de apertura y cierre de la mandíbula.

    También podemos experimentar mal aliento o un sabor desagradable en la boca. Esto puede ocurrir cuando las muelas del juicio están parcialmente cubiertas por encías inflamadas, lo que facilita la acumulación de bacterias y restos de alimentos. ¡Es como si nuestras muelas del juicio estuvieran dando una pequeña serenata maloliente!

    No todas las personas experimentan síntomas evidentes cuando las muelas del juicio están saliendo. Algunas personas pueden tener una erupción silenciosa, sin dolor ni molestias aparentes.

    Por lo tanto, es importante estar atentos a cualquier cambio en la boca y consultar a un dentista regularmente para realizar revisiones dentales y radiografías que permitan detectar la erupción de las muelas del juicio.

    Saber si las muelas del juicio están saliendo no siempre es una tarea fácil. El dolor, la inflamación, la dificultad para abrir la boca y el mal aliento pueden ser indicios de su erupción, pero cada persona puede experimentar estos síntomas de manera diferente.

    Si sospechas que tus muelas del juicio están apareciendo, es mejor buscar el consejo de un profesional dental que pueda evaluar y brindar el tratamiento adecuado para garantizar la salud bucal.

    ¿Qué síntomas suelen presentar?

    Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Algunas personas pueden tener una erupción de estas muelas sin experimentar ningún síntoma notable, mientras que otras pueden enfrentarse a una serie de molestias.

    El dolor es uno de los síntomas más comunes. Puede manifestarse como un dolor agudo, pulsante o constante en la zona posterior de la boca, en las encías o en la mandíbula. Este dolor puede ser intermitente o persistente y puede empeorar al masticar o al abrir la boca.

    También la inflamación y sensibilidad en las encías es uno de los síntomas. Ya que, la erupción de las muelas del juicio puede provocar inflamación y enrojecimiento en las encías cercanas. Las encías también pueden volverse sensibles al tacto y al cepillado dental.

    Adicionalmente, si tienes dificultad para abrir la boca. Ya que, las muelas del juicio impactadas o en erupción parcial pueden ejercer presión sobre los tejidos circundantes, lo que puede dificultar la apertura completa de la boca. Esto puede causar molestias al comer, hablar o realizar movimientos de la mandíbula.

    Posteriormente, si presentas molestias al masticar. Las muelas del juicio que están emergiendo o que están impactadas pueden causar molestias y dolor al masticar alimentos duros o fibrosos. Esto se debe a la presión ejercida sobre los dientes vecinos y las encías.

    En el caso de que presentes mal aliento y sabor desagradable, es importante que te analices. Ya que, cuando las muelas del juicio están parcialmente cubiertas por encías inflamadas, pueden atrapar restos de alimentos y bacterias, lo que puede provocar mal aliento y un sabor desagradable en la boca.

    Y, por último. Si sientes mucho dolor de cabeza y oído. En algunos casos, el dolor de las muelas del juicio puede irradiar hacia la cabeza y el oído, lo que puede provocar dolores de cabeza y molestias en el oído.

    Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar en intensidad y duración. Algunas personas pueden experimentar síntomas leves y transitorios, mientras que otras pueden tener síntomas más pronunciados y persistentes. Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable buscar atención dental para que un profesional pueda evaluar tu situación y recomendar el tratamiento adecuado.

    ¿Cuándo hay que sacarlas?

    En casos de impactación. Ya que, cuando las muelas del juicio no tienen suficiente espacio para emerger completamente, pueden quedar impactadas, es decir, atrapadas debajo de las encías o contra los dientes adyacentes. Esto puede causar dolor, inflamación, infección y daño a los dientes cercanos. En estos casos, se suele recomendar la extracción de las muelas del juicio impactadas.

    También en casos de apiñamiento dental. La presencia de muelas del juicio puede ejercer presión sobre los dientes vecinos, provocando apiñamiento dental. Esto puede afectar la alineación y la salud general de los dientes. En situaciones en las que el apiñamiento dental es significativo y puede comprometer la salud bucal, se puede considerar la extracción de las muelas del juicio.

    Adicionalmente, en casos de infección y abscesos. Las muelas del juicio parcialmente erupcionadas o impactadas pueden crear espacios difíciles de limpiar, lo que aumenta el riesgo de infecciones bucales y abscesos. Estas infecciones pueden ser dolorosas y potencialmente peligrosas si no se tratan adecuadamente. En casos de infecciones recurrentes o persistentes relacionadas con las muelas del juicio, la extracción puede ser necesaria.

    Si notas que esto le hace daño a las estructuras vecinas, también. Las muelas del juicio pueden ejercer presión sobre los dientes vecinos, causando daños en el esmalte dental y aumentando el riesgo de caries y enfermedad periodontal.

    De la misma manera, si afectan a los nervios y los huesos circundantes. Si se detecta un daño significativo en las estructuras vecinas debido a las muelas del juicio, puede ser necesario extraerlas.

    Es importante destacar que la necesidad de extraer las muelas del juicio puede variar de persona a persona. Un dentista evaluará tu situación dental, realizará radiografías y examinará la posición de las muelas del juicio para determinar si se requiere su extracción.

    Si se decide extraer las muelas del juicio, se realizará un procedimiento seguro y se brindarán instrucciones postoperatorias para una recuperación adecuada.

    ¿Cuándo no hace falta sacar las muelas del juicio?

    • Erupción adecuada: Si las muelas del juicio tienen suficiente espacio en la boca para emerger completamente y están en una posición adecuada, es posible que no sea necesario extraerlas. En estos casos, las muelas del juicio pueden funcionar como cualquier otro diente molar y no causar problemas.
    • Ausencia de síntomas o complicaciones: Si las muelas del juicio han erupcionado correctamente y no presentan dolor, hinchazón, infección u otros síntomas, es posible que no se requiera su extracción. Si no están causando problemas o afectando la salud bucal, es posible que el dentista decida que no es necesario intervenir.
    • Posición favorable: Si las muelas del juicio están en una posición que no interfiera con la mordida ni con los dientes vecinos, es posible que no sea necesario extraerlas. Si no hay riesgo de daño a las estructuras circundantes y no hay indicaciones de futuros problemas, el dentista puede decidir dejar las muelas del juicio en su lugar.
    • Evaluación individualizada: Cada persona tiene una estructura dental única, y lo que puede ser necesario para una persona puede no serlo para otra. Un dentista realizará una evaluación detallada de la salud bucal, las radiografías y la posición de las muelas del juicio para determinar si es necesario extraerlas o si se pueden dejar sin complicaciones.

    La función de las muelas del juicio o cordales ha sido objeto de discusión y debate durante mucho tiempo, y a medida que avanzamos en nuestro conocimiento científico, se hace evidente que estas estructuras dentales son vestigios de un pasado evolutivo en lugar de desempeñar un papel funcional en el presente. Si bien es cierto que en algunos casos las muelas del juicio pueden emerger correctamente y funcionar como cualquier otro diente, la realidad es que la mayoría de las personas experimentan problemas relacionados con su aparición tardía y la falta de espacio en la boca.

    La extracción sistemática de las muelas del juicio se ha vuelto común en la práctica odontológica, ya que puede prevenir complicaciones y problemas dentales futuros. El apiñamiento dental, las infecciones y el dolor asociados con la erupción de las muelas del juicio son razones suficientes para considerar su remoción.

    Asimismo, dado que la mayoría de las personas no los necesitan para una masticación adecuada o funciones orales esenciales, su extracción no tiene un impacto significativo en la funcionalidad bucal.

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