En los últimos años, un gran porcentaje de la población ha llevado brackets por lo menos una vez en su vida, ya que son uno de los tratamientos de ortodoncia más efectivos que existen para corregir la mala posición de los dientes y problemas con la mordida. No obstante, como ocurre con todo, existen gran cantidad de prejuicios y de información falsa que se ha generado en torno a ellos. Por este mismo motivo, es conveniente preguntar y consultar todas las posibles dudas que surjan con auténticos profesionales del mundo de la odontología. Esta será la única manera de poder constatar que los rumores que se han generado sobre los brackets son reales o si, por el contrario, son falsos.
Los mitos mas conocidos sobre los brackets
Algunos de los bulos más conocidos que se pueden escuchar con respecto a este tipo de ortodoncia son los siguientes:
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Los brackets no dejan hablar con normalidad: A pesar de que lo cierto es que los pacientes tienen que pasar por un periodo de adaptación cuando llevan ortodoncia, (sobre todo los primeros días), esto solamente será cuestión de tiempo. Posteriormente, y una vez la persona se acostumbre al aparato, lo más normal es que no sufra ningún tipo de molestia a la hora de hablar mientras lleva los brackets. En caso contrario, sería importante acudir al dentista para saber qué es lo que está ocurriendo y ponerle solución. Por este motivo, este rumor se considera falso, pero también con su parte verdadera.
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Los brackets adelgazan: Llevar ortodoncia siempre hará que la masticación de los alimentos sea mucho más incómoda, sobre todo ciertos productos que sean especialmente duros. No obstante, esto no quiere decir que adelgacen como tal, sino que los primeros días tras la colocación del aparato los pacientes suelen tener que llevar una dieta blanda para no sufrir demasiadas molestas ni dolores perfectamente evitables. Sin embargo, esto no significa que se pierda peso, sino que durante un periodo de tiempo algo corto el paciente no podrá comer ciertos alimentos que puedan ser perjudiciales para la salud, lo que puede llevarle a adelgazar. No obstante, es importante recalcar que esto no tiene por qué ocurrir, ya que cada paciente es un mundo.
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Los brackets duelen: Esta es una de las cuestiones que más suelen preocupar a los pacientes durante el proceso de tratamiento de ortodoncia. Cuando se inicia la operación, la persona no sentirá ningún tipo de dolor, pues para el procedimiento se utiliza anestesia local, y que así las molestias sean mínimas e incluso inexistentes. No obstante, los primeros días es bastante común que los pacientes experimenten dolor, sobre todo a la hora de comer. Esto consistirá en un periodo de adaptación que no durará más que unos cuantos días. También será algo frecuente que se produzcan roces en el interior de las mejillas, pero como ya se ha mencionado, son pequeñas molestias a las que el paciente se acostumbrará rápidamente.
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Los brackets afectan a la estética: Esto, al igual que los problemas a la hora de hablar o los dolores al principio del tratamiento, son rumores que se han generado en torno a este tipo de ortodoncia, pero que tienen su parte cierta. Los brackets metálicos tradicionales no son verdaderamente la alternativa más estética que existen, pues son bastante visibles y suelen generar inseguridad a quienes lo llevan. Sin embargo, en la actualidad existen gran cantidad de alternativas que se pueden llevar en caso de que la estética sea un elemento tan importante en la vida del paciente. Algunas de ellas son los brackets metálicos de zafiro, los cuales son bastante discretos, e incluso un aparato removible como puede ser el Invisalign. Además, una vez este proceso de ortodoncia termine, el paciente podrá gozar de una sonrisa perfectamente alineada, lo que dejará muy claro que llevar los brackets ha merecido totalmente la pena.
Los brackets son demasiado caros: Los tratamientos de ortodoncia de la actualidad son económicamente bastante asumibles para la gran mayoría de la población, sobre todo los metálicos. Además de esto, también es conveniente tener en cuenta de que son una inversión a largo plazo para mantener un buen estado de la salud de los dientes, sin contar la gran cantidad de ventajas que proporcionan a todo el que lo lleva una vez termina el tratamiento. Además, será importante tener en cuenta que el precio final de la ortodoncia va a a depender del tipo del paciente y de sus circunstancias personales, por lo que es conveniente preguntar primero a un dentista para calcular un presupuesto que se ajuste correctamente a cada caso.
Los brackets duran demasiado: Al igual que ocurre con todos los elementos explicados anteriormente, la duración de este tipo de tratamiento de ortodoncia va a depender mucho de cada paciente y sus circunstancias. Por norma general, lo más habitual es que las imperfecciones más simples tarden en eliminarse en un periodo de un año o incluso menos. En los casos más graves, el proceso podría alargarse incluso 36 meses, pues habría gran cantidad de aspectos que corregir dentro de la boca del paciente. No obstante, la media de un tratamiento de ortodoncia de estas características se sitúa en aproximadamente 18 meses, siendo un auténtico especialista el que deba encargarse de valorar cuánto necesita cada persona. Además, es conveniente saber que llevar brackets, a pesar de lo desagradable que pueda parecer, es algo que aporta gran cantidad de beneficios a largo plazo, y que sí que llegan a durar toda la vida. Por eso, no es de extrañar que la mayoría de personas que los han llevado no se arrepientan de su decisión.
A pesar de que muchas personas se encuentran reacias a llevar brackets, la realidad es que una vez el paciente se acostumbra a ellos no son un tratamiento tan desagradable como parece. Y no solo eso, sino que además aportan una gran cantidad de ventajas a todo el que los ha llevado, pues no solamente conseguirán una sonrisa estética, sino que podrán asegurar una buena salud bucodental.