Un cepillado de los dientes óptimo es fundamental para mantener una buena salud oral. Además de prevenir la acumulación de placa y sarro, el cepillado ayuda a evitar la caries dental y la enfermedad de las encías. Hoy vamos a conocer algunos de los errores que puedes cometer al cepillarte los dientes y cómo evitarlos.
El cepillado también te permite disfrutar de un aliento más fresco y una sonrisa más brillante. No en vano, lograrás eliminar las manchas más superficiales y las bacterias que causan el mal aliento. En este artículo, te daremos algunos consejos para hacer que tu técnica de cepillado sea mucho más efectiva.
Cómo deberías cepillarte los dientes
La forma más efectiva de cepillarte los dientes es colocando el cepillo en un ángulo de 45 grados frente a tus encías. El objetivo es realizar movimientos circulares suaves y cepillar todas las superficies de los dientes, incluyendo las caras internas y externas y la superficie de masticación.
No olvides cepillar tu lengua para eliminar las bacterias que causan mal aliento. Lo ideal es cepillarse dos veces al día durante unos dos minutos cada vez. Una buena técnica de cepillado es fundamental para mantener tus dientes y encías más saludables.
Los errores que no puedes cometer
Muchos de los pacientes que llegan a P&P Clinic con problemas de caries dental o enfermedades en las encías lo hacen debido a una mala higiene bucal. Hoy queremos mostrarte algunos de los errores que se suelen cometer en el cepillado para que los corrijas y disfrutes de una higiene dental más óptima.
Técnica de cepillado
El cepillado circular es la técnica más productiva para la limpieza de tus dientes. Como ya comentamos anteriormente, para realizarla debes colocar el cepillo en un ángulo de 45 grados hacia las encías y hacer movimientos circulares suaves en cada diente, cubriendo tanto la superficie interna como externa. Asimismo, también debes cepillar suavemente la lengua y el paladar para eliminar las bacterias que causan el mal aliento.
Si deseas conocer más información al respecto, los Avances en Odontoestomatología recogen un artículo de 2019 con el título Técnicas de cepillado dental. En él, los autores evalúan la eficacia de las técnicas de cepillado dental que existen. Se habla, por ejemplo, del cepillado horizontal, vertical, circular y la técnica de Bass.
Frecuencia y duración de cepillado
Lo más recomendable es cepillarse los dientes al menos dos veces al día y durante dos minutos cada una de ellas. Por tanto, deberás dedicar un total de 4 minutos como mínimo al día para el cepillado de tus dientes.
En este sentido, la técnica del cepillado es fundamental para una higiene óptima. Asegúrate de que limpias todas las superficies de tus dientes y que las encías estén limpias y libres de bacterias.
¿Eléctrico o manual?
Los especialistas indican que tanto el cepillo eléctrico como el manual son muy efectivos para limpiar los dientes y encías. Los cepillos eléctricos son más caros, pero son muy útiles para personas con dificultades de movilidad o destreza manual. Algunos modelos poseen características como temporizadores y sensores de presión para que obtengas una limpieza más completa y segura. Los cepillos de dientes manuales, por su parte, son muy cómodos de utilizar, prácticos y no requieren de baterías o enchufes eléctricos para su funcionamiento.
La Revista de Avances en Periodoncia e Implantología Oral publicó en 2019 el artículo Comparación de la eficacia de la limpieza dental con cepillo manual versus cepillo eléctrico. Tal vez sea la más completa publicación para conocer qué cepillo se puede ajustar mejor a tus necesidades.
No sustituir el cepillo
Otro de los errores que puedes cometer al cepillarte los dientes es no cambiar con regularidad el cepillo. Lo más recomendable es sustituirlo por otro cada 3-4 meses ya que, pasado este tiempo, las cerdas se desgastan y pierden eficacia. Además, pueden acumular gérmenes y bacterias.
Si las cerdas del cepillo están deshilachadas o dobladas antes de los tres meses, debes cambiar el cepillo. Asimismo, también debes tomar otro después de pasar por una enfermedad para evitar la propagación de gérmenes y bacterias.
Cepillar con demasiada presión
Ya hemos comentado que debes cepillarte los dientes con movimientos circulares suaves. Si ejerces demasiada presión, puedes dañar tus dientes y encías al erosionar los tejidos blandos. Además, también se puede desgastar el esmalte dental lo que provocaría caries y sensibilidad.
No limpiar la lengua
La lengua contiene una gran cantidad de bacterias y residuos de alimentos que causan mal aliento. La acumulación de estas bacterias contribuye a la formación de placa y caries. Así pues, debes limpiar tu lengua de forma regular para eliminar los residuos y gérmenes que puedas tener.
De esta forma, disfrutarás de un alimento más fresco y mejorarás el sentido del gusto y la capacidad para percibir los sabores.
No enjuagar el cepillo antes de cepillar
Al enjuagar tu cepillo antes de cepillarte los dientes, eliminas cualquier residuo de pasta dental o alimentos que haya podido quedar en las cerdas. Si no se enjuaga, es posible que los residuos se acumulen y se conviertan en un caldo de cultivo para las bacterias.
Además, el enjuague previo humedece las cerdas para que la pasta dental se adhiera mejor y la limpieza sea más efectiva.
No usar hilo, seda o cinta dental
El hilo, la seda o la cinta dental ayudan a remover la placa y los restos de alimentos que quedan entre los dientes y las encías, lugares a los que el cepillo no puede llegar. Al remover la placa, se reduce el riesgo de desarrollar caries, enfermedades en las encías y mal aliento.
El uso regular del hilo, la seda o la cinta dental previene la acumulación de sarro y la decoloración de los dientes.
El enjuague no sustituye al cepillado
El enjuague bucal es un complemento muy útil para una buena higiene dental. Pero hay que recordar que, en ningún caso, sustituye al cepillado. El enjuague bucal refresca el aliento, reduce la placa bacteriana y previene la caries dental. Sin embargo, no elimina completamente la placa ni los residuos de alimentos que se acumulan en dientes y encías.
No cepillar la zona posterior del diente
Por último, en muchas ocasiones nos olvidamos de cepillar la parte posterior de los dientes. La importancia de cepillar esta zona es esencial, ya que es allí donde se acumula la mayor cantidad de placa y bacterias.
Además, si no cepillas la parte posterior de tus dientes puedes sufrir de mal aliento y manchas en la superficie dental. Te recomendamos emplear un cepillo de cabeza pequeña y cerdas suaves para alcanzar mejor esta zona.