Es bastante habitual ver por las televisiones cómo gran cantidad de marcas anuncian los enjuagues bucales más completos que hay actualmente en el mercado. El problema es que existen tantos productos con funciones tan específicas que a veces las personas pueden ver algo difícil escoger cuál es el más adecuado para ellos. Por ese motivo, lo más recomendable es acudir primero a un dentista de confianza que valore cada caso e indique a sus pacientes cuál es el tipo de colutorio que mejor podría funcionar dependiendo de su situación. No obstante, antes de nada, lo más importante es saber qué es exactamente un enjuague bucal y de qué elementos se compone el mismo.
Los colutorios o enjuagues bucales son, actualmente, uno de los complementos para la higiene diaria que más se utilizan. La realidad, es que aunque el cepillado diario es lo más importante a la hora de evitar infecciones, caries y otras patologías, ya no es suficiente para eliminar todos los restos de comida y suciedad que se van acumulando en las cavidades de la boca.
Por este motivo, los odontólogos recomiendan también el uso de este enjuague bucal, además de otros elementos auxiliares que puedan contribuir a una higiene mucho más completa y efectiva. Dichos auxiliares pueden ser los cepillos interproximales o incluso el hilo dental, además del propio colutorio.
Este se encuentra compuesto básicamente por alcohol y agua, aunque uno de sus principales ingredientes es el flúor. También es habitual encontrar otro tipo de compuestos de carácter antibacteriano y antiséptico. Sin embargo, es importante recalcar que no se recomienda diluir el colutorio en agua, pues pierde efectividad.
Los colutorios durante los últimos años se han convertido en uno de los complementos de higiene dental más utilizados gracias a su fácil uso y sobre todo, a su efectividad. Cada enjuague bucal cumple una función específica, motivo por el cual su composición puede cambiar, aunque su uso normalmente se recomienda para evitar que se forme placa bacteriana.
Esta se produce debido a la acumulación de restos de comida, así como colonias de bacterias que pueden meterse entre las encías y los dientes. Además de esto, los enjuagues bucales aportan otra serie de ventajas, como cicatrizar determinadas heridas que se forman en la boca ( como las llagas), además de dejar una sensación de aliento fresco bastante agradable.
De la misma manera, existen enjuagues muy específicos que se utilizan para combatir algunos problemas como la halitosis o mal aliento, o incluso para cuidar de una forma mucho más completa las encías o las caries dentales. De esta manera, se consigue que la higiene dental sea mucho más completa, y se previenen enfermedades como puede ser la gingivitis, o incluso algunas patologías mucho más graves.
El enjuague bucal es un complemento al cepillado de dientes muy útil, pero que es necesario saber realizar de la manera correcta. Lo más recomendable es preguntar y consultar primero a un dentista y seguir sus indicaciones con precisión, pero normalmente este enjuague debe realizarse entre una y dos veces al día, dependiendo de cada paciente y su caso.
Algunas veces incluso los odontólogos pueden llegar a recomendarlos para tres veces al día, aunque siempre con cuidado de no abusar de ellos, pues utilizarlos demasiado podría desencadenar problemas para la salud dental a largo plazo. Además de esto, habrá que mantenerlo en la boca por un total de unos 30 segundos, para asegurarse de que llega a todos los rincones de la boca.
Y, por supuesto, se debe esperar por lo menos media hora entre el cepillado de dientes y el uso del colutorio dental, ya que los componentes que tienen las pastas de dientes pueden anular la eficacia del enjuague. Existen casos en los que incluso los dentistas recomiendan el uso de este producto junto a una composición denominada clorhexidina. Esto consta de un antiséptico que previene el desarrollo de colonias de agentes bacterianos y todos los daños que estos puedan causar.
La clorhexidina es ideal como tratamiento para determinadas enfermedades como puede ser la periodontitis, pues acelera el proceso de cicatrización y además, previene infecciones que se pueden dar tras algunas cirugías. No obstante, este componente también puede traer consecuencias graves para la salud dental si no se utiliza adecuadamente, como puede ser generar manchas en las piezas dentales o el ataque a colonias de bacterias que sí son beneficiosas para la salud. Por eso, la clorhexidina debe ser siempre recomendada y medida por un profesional.
En el caso de los niños, algunos dentistas suelen recomendar colutorios específcamente creados para ellos, ya que estos suelen ser bastante propensos a tener caries o contraer otro tipo de infecciones. Normalmente, su uso está indicado para aquellos pacientes jóvenes que se encuentran en mitad de un tratamiento de ortodoncia fijo, como los brackets metálicos, donde la limpieza es más difícil de realizar con un cepillo; para aquellos que toman medicación y tienen dificultad para segregar saliva, o incluso para los niños que tienen unos malos hábitos alimenticios y que tienen tendencia a contraer más caries debido a la carencia de una dieta equilibrada.
No obstante, antes de darle ningún tipo de colutorio o enjuague al niño, es necesario hablar con el dentista para ver si realmente este lo necesita, pues en algunos casos ni siquiera tienen edad suficiente como para enjuagarse por sí mismos sin tragarse el enjuague bucal. Por otro lado, el enjuague bucal es un tipo de producto que ayuda enormemente a tener una dentadura sana y a evitar caries y otras infecciones que puedan dañar a nuestra salud dental a largo y corto plazo.
Por ello, también es importante no escuchar algunos falsos mitos que se puedan originar en torno a estos colutorios, como el supuesto efecto de los enjuagues de bicarbonato, que resultan extremadamente peligrosos para la mucosa debido a su componente abrasivo. A pesar de que se hayan creado mitos que afirmen que tienen propiedades blanqueadoras, estos productos producen el efecto contrario. Por este motivo, antes de comenzar a utilizar ningún enjuague bucal, lo más adecuado es acudir al dentista para que este indique a los pacientes qué colutorio es ideal para ellos, y cómo debe utilizarlo.