Seguramente la mayoría de nosotros hayamos llevado brackets en la infancia o, incluso, en nuestra juventud o adultez. Hace un tiempo se pusieron bastante de moda las ortodoncias falsas, pero los que las hemos llevado de verdad sabemos lo molestas que son en realidad.
Es por eso por lo que debemos de llevar un buen cuidado de nuestra cavidad bucal tras la colocación de esta ortodoncia y aquí, te enseñamos todo sobre este tema. ¡Quédate para no perderte nada!
¿Qué son los brackets?
Los brackets son un tipo de ortodoncia la cual va adherida a nuestra dentadura. Esta tiene la capacidad de modificar la alineación de nuestros dientes y maxilares. Estos aparatos consisten en la sucesión de pequeñas piezas de metal o zafiro, una pieza por diente, que van todas unidas a través de un hierro que las conecta.
¿Pueden llegar a ser incómodos los primeros días? Por supuesto que sí, pero como todo, ya que la zona de la boca es una de las más sensibles de nuestro cuerpo y más si tenemos un aparato que ejerce presión en nuestra dentadura. Aun sabiendo esto, merece la pena este tipo de tratamiento ya que al final te acabarás acostumbrando y, por si fuera poco, tendrás resultados para toda la vida. ¡Qué más se puede pedir!
Un poco de historia de los brackets
La modernización de este tipo de ortodoncia viene de los años 90, período en el cual se empezó a viralizar esta técnica de alineamiento mandibular que podía durar hasta 10 años. Aun así, el surgimiento de los brackets viene de bastante tiempo atrás. Su origen data de los siglos XVIII y XIX, cuando un famoso dentista francés llamado Pierre Fauchard puso en práctica un aparato metálico utilizado para expandir la arcada.
Ya en entre los años 70 y 80 la sociedad y los médicos se empezaron a preocupar más por la salud dental y lo que implicaba tener una dentadura bien posicionada y alineada. En esta época los brackets eran bastante indiscretos y llamativos, por lo que impedían comer ciertos alimentos por el peligro de que un hierro se pudiera salir de su sitio.
Por último, hace aproximadamente 30 años, estos brackets eran utilizados de manera diferente, puesto que nada impidió su modernización. Ya había varios tipos de ortodoncias para elegir, pero como estamos hablando de este tipo en concreto, nos centraremos en ella. Algunos de los brackets de los años 90 y 95 consistían en ejercer cierta presión en los dientes con la yema de los dedos, otros, en limar la dentadura para crear espacio a los demás dientes y así favorecer la alineación.
Cuidados posteriores a la colocación de brackets
Como ya hemos mencionado anteriormente, el buen cuidado tanto de nuestra cavidad bucal, como de la ortodoncia tras la colocación de esta, será un elemento clave para el buen funcionamiento del tratamiento y, por supuesto de nuestra propia comodidad. Ya os hemos contado que los primeros días tras la colocación de los brackets no son muy cómodos, ya que nuestra boca no está acostumbrada y el propio roce de los hierros y el metal contra nuestra encía podría provocar pequeñas heridas o llagas que nos puedan molestar.
¿Cuánto tiempo dura el dolor?
Este dolor dura entre 5 y 7 días y, como hemos dicho, la primera vez que te los pongan será cuando mayor molestia puedas sentir. Pasados estos días el dolor irá desapareciendo poco a poco. También es posible que sientas algún tipo de molestia ,más leve que la primera, los días posteriores a tu revisión con tu dentista. Siempre puedes tomar paracetamol o ibuprofeno si tu molestia es mayor de lo habitual. Si pasada la primera semana el dolor persiste, acude a tu dentista de confianza.
Entonces, ¿qué debo comer en estos primeros días?
Muy sencillo: dieta blanda. Es muy importante que durante los primeros días con nuestra ortodoncia sigamos una dieta blanda capaz de aliviar el dolor producido por estos hierros. Debemos evitar a toda costa los alimentos duros o ricos en fibra, así como alimentos chiclosos tales como, evidentemente, chicles, maíz, caramelos, pipas, pan con una corteza dura, verduras duras o frutas. Estos alimentos se podrían tomar pero no en su estado natural, sino en forma de “papilla” o licuados. Los alimentos que sí que podríamos comer, sobre todo los primeros días con nuestros aparatos serían tales como el pollo o el pescado, las ensaladas, los alimentos cocidos y, por supuesto, las sopas, purés, papillas, batidos o licuados.
Cepillado adecuado
Muy importante es también un buen cepillado de los dientes al finalizar todas y cada una de nuestras comidas del día, ya que en este tipo de ortodoncia es muy muy sencillo que se queden trazas de alimento que difícilmente puedan salir por sí solas. A parte de necesitar un buen cepillado tras cada comida, es muy importante también que este cepillado sea de forma muy cuidadosa. No queremos provocarnos ninguna llaga que podamos evitar. Hay cepillos especiales para usar específicamente cuando llevas brackets que poseen una cerdas suaves útiles para limpiar sin dañar. También te recomendamos que utilices una pasta de dientes con flúor.
¡No te olvides del hilo dental!
Pero siempre con suma precaución y cuidado. No queremos que tengas percances que provoquen que se te despeguen los brackets. Pasa el hilo dental entre tus dientes y también entre tus brackets, pero esto último de forma mucho más cuidadosa.
Esto no es necesario, pero sí que es bastante recomendable hacerse una limpieza bucal cada seis meses para eliminar posibles restos de comida que no se hayan podido eliminar con nuestro cepillo. También es bastante útil para eliminar bacterias o sarro. Para evitar que estos elementos aparezcan o si quieres reducir o retrasar su aparición, es clave que cuando vayas a terminar tu rutina de cepillado, cepilles también la lengua, ya que esta es un foco de bacterias si no se le da el cuidado y atención que debiera.
Estos son los cuidados más básicos e importantes que deberás llevar una vez iniciado el tratamiento. Es importante que los sigas al pie de la letra si quieres una buena higiene bucodental. Recuerda que si tienes alguna duda o consulta debes acudir a tu dentista de confianza.