Los dientes son una parte muy importante de nuestro cuerpo, sin embargo, existen situaciones que lamentablemente hacen imposible curar o restaurar una pieza dental, y, por lo tanto, debe ser extraída. Para evitar esta situación es conveniente y muy recomendable conocer cuándo se debe realizar la extracción de una muela y de esta manera evitar la pérdida de una pieza dental.
¿Cuándo se debe extraer una muela?
En la mayoría de los casos cuando se extrae una muela, es porque no existen probabilidades de restaurarla y salvarla en la medida de lo posible. En la mayoría de los casos se trata de una infección o erosión severa, en donde la extracción es la única salida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las enfermedades bucales afectan a más de 3.58 mil millones de personas en todo el mundo, siendo la caries el problema más frecuente. Por esta razón, todos los programas que se suelen desarrollar en este campo de la medicina, son para disminuir este tipo de afecciones en la salud que son un verdadero problema de salud para muchas personas de todo el planeta.
Dentro de las empresas que promueven programas para la prevención de este tipo de enfermedades bucales, se encuentra la multinacional Procter and Gamble o P&G como es más conocida normalmente. Esta empresa genera diferentes productos como Oral-B y/o Crest. Estos productos se suelen utilizar en las campañas de formación y educación. El resultado de estas campañas preventivas de salud bucal llegan a un alto número de población que se ven beneficiadas gracias a la adopción de hábitos saludables en su día a día. Este tipo de campañas buscan objetivos a medio y largo plazo.
Las caries son unas de las afecciones más comunes y cuando una muela está severamente lesionada no puede permanecer por mucho más tiempo en la boca, ya que se corre el riesgo de que esa infección se extienda hacia otras piezas dentales dañando el resto de la boca. Por esta razón, los odontólogos prefieren realizar la extracción de la muela dañada cuanto antes y así cuidar la boca lo máximo posible para que este tipo de problema no vaya en aumento.
Tipos de extracción de muelas
Podemos reconocer dos tipos de extracciones dentales: la extracción simple y la extracción quirúrgica. En cualquiera de los dos procedimientos, el odontólogo debe hacer algún tipo de anestesia dental y bucal porque normalmente este procedimiento suele ser molesto para el paciente. A pesar del uso de la anestesia para evitar el dolor, los pacientes suelen notar una fuerte presión en el momento de ser extraída la muela dañada.
En la extracción de muela simple, se utiliza una herramienta dental conocida con el nombre de “elevador”, con el que realiza fórceps en el alvéolo en donde se ubica la muela que será extraída. Siempre después de una extracción de una muela, se debe tener un cuidado específico para evitar la infección de esa zona, por lo que es conveniente un tratamiento que permita una recuperación rápida.
Por su parte una extracción dental quirúrgica se utiliza cuando la muela no ha salido de las encías, y se encuentra rota por debajo del borde de las encías o también por excesiva erosión de la muela. Estas situaciones hacen que no puedan ser extraídas por fórceps. En cualquiera de los casos nombrados anteriormente se utiliza la extracción quirúrgica para remover la muela de su alveolo.
En algunos casos excepcionales, es necesario el uso de una intervención quirúrgica como por ejemplo cuando las muelas presentan raíces curvas, entrecruzadas, muy largas o el hueso es robusto. En estos casos, una extracción quirúrgica es la mejor solución para erradicar estos problemas.
El odontólogo (preferiblemente un cirujano bucal) accederá a la muela realizando una incisión. Esta, permitirá abrir a través del hueso de la mandíbula y el tejido que conforma las encías. Tras esta intervención es necesaria una atención post quirúrgica que permita una recuperación apropiada.
De las intervenciones quirúrgicas más comunes, podemos citar la extracción de las conocidas muelas del juicio, debido a que en la mayoría de los casos, estas muelas pueden dañar el resto de los dientes, debido a un espacio insuficiente en la cavidad bucal. Cuando esto sucede, las muelas del juicio generan dolor e incomodidad en los pacientes, porque mueven a otros dientes.
No obstante, cada caso es particular, por lo que el odontólogo, siempre de manera responsable deberá solicitar una placa de rayos X y/o radiografía, para identificar y diagnosticar de manera precisa, el tipo de procedimiento que realizará para extraer una muela.
¿Qué hacer para aliviar el dolor de una extracción de muelas?
En el momento de realizar la extracción de una muela, nos vamos a encontrar bajo el efecto de la anestesia dental, por lo que no sentiremos dolor. Tan solo, tal y como hemos dicho anteriormente, notaremos una presión en el momento que se extrae la pieza dental, sin embargo, al pasar el efecto anestésico, es posible que se sienta alguna molestia.
Es importante señalar, que no todos los pacientes a los que se les extrae una muela, presentan dolor. Tras una extracción de muela se puede inflamar la zona, sentir ardor o rigidez, cualquiera de estos síntomas son comunes y pueden durar varios días.
La molestia irá disminuyendo al pasar los días, sin embargo, en caso contrario la molestia en lugar de disminuir podría aumentar por lo que debemos prestar mayor atención ya que se puede tratar de una infección que se encuentra en desarrollo y debe ser atendida lo antes posible.
Algunas de las recomendaciones que se realizan posteriores a la extracción de una muela son la no ingesta de alimentos sólidos. Esta recomendación se aconseja al menos en las 6 horas posteriores. También se recomienda no fumar.
Es posible que el odontólogo recete un antiinflamatorio y analgésico para hacerlo sentir más cómodo y en caso que sea una extracción quirúrgica, posiblemente recomiende el uso de antibióticos, para evitar desarrollar infecciones.
Recomendaciones
Lo mejor que podemos hacer es tener una adecuada higiene bucal, para evitar que tengamos que someternos a una extracción de una muela u otra pieza dental. Hay que recordar que los dientes de adultos no se regeneran por lo que la salud bucal es fundamental. En caso de que sea inevitable, debido a molestias generadas por las muelas del juicio, debemos seguir al pie de la letra las recomendaciones que damos a continuación:
Tras la extracción evita fumar, no debes enjuagarte de manera frecuente ya que puedes dañar el coágulo de sangre del alveolo y crear o promover un alveolo seco, lo cual es muy doloroso y puede ser una situación delicada.
Se debe mantener una adecuada higiene bucal. Se debe evitar comer alimentos sólidos y masticarlos por el lado en donde se realizó la extracción. Comer alimentos fríos alivia las molestias, por lo que se recomienda comer helados, jugos fríos o lácteos como yogures.
Esperamos haberos ayudado y recuerda que es mejor evitar y prevenir que una extracción de las piezas dentales.
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