La ortodoncia invisible es uno de los tratamientos más demandados y que más solicitan los pacientes, ya que además de que cumplen con todas las funciones que tienen los aparatos tradicionales, son mucho más estéticos y discretos. Dentro de esta alternativa, se incluyen los alineadores invisibles, también denominado Invisalign, y la ortodoncia lingual ( Incógnito), que además cuentan con múltiples ventajas. No obstante, es importante distinguir las principales diferencias que existe entre uno y otro.
Cualquiera es una buena alternativa para el paciente, en caso de que quiera corregir problemas de mala colocación de sus dientes o incluso de maloclusión. Será importante conocer que a pesar de que estos aparatos son más cómodos, también son más caros. A pesar de ello, lo más recomendable es conocer de primera mano ambos tratamientos para que los clientes decidan si les merece la pena realizar un poco más de esfuerzo económico, o si por el contrario prefieren recurrir a la ortodoncia tradicional.
En el caso de Invisalign, este consta de una serie de férulas transparentes que el paciente se cambia cada 10 o 15 días aproximadamente, y que está programada para realizar unos micromovimientos dentarios para alinear los dientes correctamente. No obstante, para que hagan efecto necesitan estar puestos mínimo 22 horas al día. Esto puede ser algo complicado de olvidar a veces, ya que al ser removibles y poder ser retirados para comer o limpiarlos, existe la posibilidad de que los pacientes olviden colocárselos de nuevo. Por ello, a la hora de comenzar con este tratamiento, será necesario que los pacientes sean responsables e intentar seguir todas las indicaciones de su dentista.
A la hora de proceder con un tratamiento de ortodoncia invisible, es importante tener en cuenta que estos suelen tener unos precios más elevados que la ortodoncia tradicional. A pesar de que esto puede ser una desventaja para ciertas personas, la realidad es que tiene una serie de explicaciones del por qué de estos costes. La primera son, por supuesto, las necesidades que tiene cada paciente, ya que no es lo mismo corregir unas imperfecciones que otras, ya que algunas requieren de más trabajo y esfuerzo.
Esto puede influir considerablemente en la duración del propio tratamiento, en un periodo que irá desde los 7 meses hasta incluso los 2 años. Antes de comenzar con la ortodoncia, será necesario planificar muy bien los pasos y seguir todas las fases al pie de la letra. La primera de ellas será la realización de un diagnóstico y un estudio que permita al dentista poder conocer de primera mano todos los detalles de la boca y los problemas de sus pacientes. Para ello, será necesario realizar una serie de fotografías y radiografías de la cavidad oral, así como otros procesos como la cefalometría. De esta manera, se conocerá de primera mano qué es lo que el paciente realmente necesita, y podrá comenzarse con la ortodoncia sin complicaciones.
Para realizar una ortodoncia invisible, será también necesario conocer la tecnología y las técnicas que existen para proceder con el tratamiento. Uno de los elementos que más se utilizan son los escáneres intraorales 3D, desde los cuales se obtiene una muestra de la boca del paciente de forma virtual. Una vez se consiga dicha muestra, desde la clínica se enviará la toma que se ha obtenido a través de un escáner. Esto hará que no solamente el tiempo de espera se reduzca de forma considerable, sino que además no habrá ningún tipo de error de factura o identificación.
Por ello, cuando las marcas ya reciben la muestra, se comenzará con la realización de las férulas y los brackets invisibles para que los dentistas puedan recibirlos definitivamente en sus clínicas. Posteriormente, se llevará a cabo una personalización del aparato. Mientras que los brackets tradicionales tienen siempre el mismo tamaño, en el caso de la ortodoncia invisible esto cambia, pues se hacen a medida del paciente, logrando que las molestias y los roces se reduzcan, sobre todo en los periodos de adaptación.
Debido a la alta tecnología con la que se cuenta en la actualidad, se consiguen unos diseños que convierten a la ortodoncia invisible en un tratamiento preciso y predecible que también da posibilidad de ver el resultado final antes incluso de que comience el proceso. Por otra parte, Invisalign también cuenta con un sistema denominado “ClinCheck” que hace que el ortodoncista tenga más fácil la planificación del tratamiento y pueda ver los resultados finales antes incluso de comenzar con las técnicas.
Los precios de los aparatos de ortodoncia invisible pueden depender tanto de la clínica donde se realice el tratamiento como de otros factores, como puede ser el número de piezas a corregir del paciente o la gravedad de su caso. Además, existen diferentes tipologías que varían según la duración del tratamiento.
En dicha duración irán incluidos los refinamientos, que son las pequeñas mejoras que se realizan cuando concluye el tratamiento. Esta alternativa es la más barata de todas, aunque sigue siendo más elevada que otros aparatos tradicionales. Todo aquel paciente que necesite de un proceso más largo, debería considerar la opción de Invisalign Lite. Por otra parte, el tipo de ortodoncia invisible más completo que existe es el modelo Full, pero al tener un mayor número y tener una duración más larga, también lo convierte en el más caro de todos. No se puede olvidar tampoco que Invisalign también tiene una versión que ha sido diseñada específicamente para los adolescentes, y que recibe el nombre de Teen.
Esta tiene unas características idénticas a las de Invisalign Full, pero en este caso estas requieren de un indicar de uso que pueda hacer que el dentista asegure que el paciente ha llevado las férulas durante un mínimo de 22 horas al día.
La ortodoncia invisible es actualmente la más cara que existe, pero también es la más cómoda y la que más ventajas ofrece con respecto a los aparatos tradicionales. No solamente cumple con las mismas funciones que ellos, sino que además es mucho más discreto y estético, por lo que a pesar de que su precio pueda elevarse algo más, lo cierto es que tanto sus resultados como su comodidad frente a otro tipo de ortodoncias los han convertido en una alternativa ideal.