Cirugía maxilofacial: ¿qué operaciones incluye?

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    La cirugía maxilofacial es un tipo de especialidad que existe dentro de la medicina, y la cual consiste precisamente en la realización de un tratamiento de carácter quirúrgico para poder solucionar todos los problemas que puedan estar relacionados con la estructura de la cara o estructura facial. Esto, por supuesto, incluirá todos los elementos que se encuentran en la misma: los dientes, la cabeza, la boca, el cuello, etc. A través de esta operación, se consigue solucionar y tratar ciertas enfermedades o defectos que puedan tener los pacientes en esta zona. Dentro de la cirugía maxilofacial hay gran cantidad de intervenciones, pero lo más habitual es que esta actúe en la boca. Este tipo de intervención tiene que ser ejecutada por un cirujano maxilofacial, es decir, médicos que estén especializados en cirugía oral y maxilofacial, ya que es la única manera de que el tratamiento pueda ser completamente exitoso.

    dental

    Procedimientos de la cirugía maxilofacial

    Este tipo de cirugía abarca una serie de tratamientos que, como ya se ha mencionado, deben ser realizados por especialistas con experiencia en esta especialidad. Algunos de ellos son los siguientes:

    • Implantes dentales: Este proceso puede ser ejecutado tanto por un dentista profesional, como por un cirujano maxilofacial, pero siempre debe tener los conocimientos adecuados sobre implantología para poder asegurar el éxito del tratamiento. Cuál de ambos elegir dependerá única y exclusivamente del paciente y sus preferencias personales, pues ambos son perfectamente aptos para poder realizar este tratamiento. Los implantes dentales son, generalmente, bastante rápidos y sencillos de colocar, pero esto debe llevarse a cabo bajo la supervisión de un cirujano oral para evitar problemas y complicaciones innecesarios.

    • Reconstrucción del maxilar: Como es lógico, cuando se necesita reconstruir cualquier área que englobe el maxilar, se suele recurrir a la cirugía maxilofacial. Por norma general, los pacientes que se someten a este proceso lo hacen debido a que han sufrido algún tipo de accidente de bastante gravedad, o por problemas relacionados con alguna malformación.

    • Las muelas del juicio: La extracción de las cordales, también conocidas como las muelas del juicio, es uno de los procedimientos que más se suelen ver dentro de cualquier clínica dental, pues estas piezas dentales no tienen realmente ninguna función en la boca, y muchas veces son de lo más molestas y dolorosas para los pacientes. En estos casos, un dentista puede encargarse perfectamente de la operación, a no ser que esta se complique de manera excesiva. No obstante, esto es bastante poco común, ya que generalmente las extracciones de las muelas del juicio se realizan en clínicas dentales por parte de un odontólogo. A pesar de ello, si la situación lo requiere, un paciente podría llegar a recurrir a un cirujano maxilofacial para llevar a cabo esta operación.

    EXTRACCIÓN DE UNA MUELA

    • Extirpación de tumores: Estos son algunos de los casos más graves que puede sufrir cualquier paciente, y por eso es importante visitar al dentista con regularidad, pues es la única manera de detectar el problema a tiempo. Los tumores o incluso el cáncer de boca, en situaciones extremas, ponen en peligro no solo la salud de los pacientes, sino también su vida, y por eso es vital acudir al dentista para que este pueda detectar si existen síntomas del desarrollo de cualquiera de ellos. No obstante, si ya es demasiado tarde, tendrá que ser un cirujano maxilofacial el que se encargue de realizar esta operación.

    ¿Es mejor un cirujano o un dentista para realizar la cirugía maxilofacial?

    Lo cierto es que ambos profesionales, si cuentan con los conocimientos adecuados en este tipo de tratamientos, son perfectamente aptos para llevar a cabo esta clase de cirugías. No obstante, en ocasiones un odontólogo no es la persona más adecuada para llevar a cabo un procedimiento de estas características, pues no cuenta con la titulación, ni las habilidades adecuadas para ello. Por este motivo, es muy importante conocer cuáles son las diferencias entre estos dos expertos, de manera que el paciente pueda escoger el que más le convenga o con quien se sienta más seguro a la hora de someterse a este tratamiento:

    visita al dentista

    • Cirujano maxilofacial: Este profesional tiene, por supuesto, su titulación en Medicina, pero también ha cursado la especialidad de cirujía maxilofacial, lo que le convertiría en el experto más adecuado para ejecutar este procedimiento. Estos cirujanos se encargan sobre todo de realizar aquellos tratamientos más graves o que tienen más dificultad, por lo que es bastante habitual que los pacientes se terminen decantando por ellos en estas situaciones. Además de esto, es importante tener en cuenta que también son capaces de extraer muelas del juicio o cordales, así como colocar implantes dentales, al igual que los dentistas.

    • Dentistas: Estos expertos, por su parte, están graduados en odontología, un título completamente independiente, pero que permitiría poder realizar la cirugía maxilofacial en los casos más sencillos. Los dentistas son los profesionales que se encargan oficialmente del tratamiento de cualquier tipo de problema que se encuentre directamente relacionado con los dientes y las enfermedades que puedan afectar a la salud bucodental de los pacientes. No obstante, sí es cierto que no son las personas más indicadas para llevar a cabo cirugías maxilofaciales, debido a que estas requieren un grado de complejidad bastante grande.

    Por otra parte, es importante recordar que este tratamiento no es adecuado para todos los pacientes. A pesar de que generalmente se puede llevar a cabo tanto en niños como en adultos, hay personas que bajo ningún concepto pueden someterse a una cirugía maxilofacial, pues ello podría poner en riesgo su salud. Este es el caso de pacientes que tienen cualquier tipo de problema cardíaco, así como las mujeres que están embarazadas. Por este motivo es tan necesario acudir previamente al dentista para que este se encargue de valorar si la persona es apta para someterse a un procedimiento de las características de una cirugía maxilofacial, o si por el contrario, es mejor que recurra a otro tipo de tratamiento que de ninguna manera pueda poner en peligro su salud.

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