Los cepillos de dientes son elementos clave a la hora de llevar a cabo una limpieza dental en condiciones, además de que ayuda a prevenir enfermedades e infecciones graves. La rutina del cepillado es algo que se debe transmitir desde que los pacientes son pequeños, pues ello influirá mucho en el estado de su dentadura cuando sean adultos.
Por este motivo, es importante tener siempre a mano un cepillo de dientes para bebés, de forma que se les pueda inculcar este hábito cuanto antes y se ahorren problemas en el futuro. En la actualidad, existen muchos tipos diferentes de cepillos para bebés, ya que cuentan con una serie de características que los hacen ideales para cuidar la higiene dental de los más pequeños. Estos suelen ser generalmente más cortos que los cepillos para adultos, y es muy importante que tengan tanto con cabezal pequeño y redondo, como un mango grueso que ayude al niño a sujetarlo mejor, y por supuesto, unas cerdas muy suaves para evitar daños.
Por otra parte, también será clave que los niños acudan al dentista en cuanto cumplan la edad necesario para hacerlo. De esta manera, un auténtico profesional podrá valorar que los dientes estén erupcionando de la forma correcta y sin ningún contratiempo.
Por este mismo motivo, lo más recomendable es acudir a un odontopediatra a los 12 meses de vida, pues no solamente se podrá valorar el estado de la dentadura del niño, sino que el dentista también indicará una serie de pautas a los padres para que estos sepan cómo deben mantener una higiene correcta para su hijo. En casos donde no se desarrolle ningún problema ni complicación adicional, bastaría con realizar una visita a la clínica dental solamente una vez al año. Y, ya cuando el niño cumpla 6 años, llegará el momento de que acuda a su primera visita con el dentista.
Se considera esta edad como la más adecuada porque en caso de detectar anomalías o problemas en el crecimiento de los dientes, el niño ya sería lo bastante mayor como para comenzar con tratamientos de ortodoncia interceptiva. No obstante, la utilización de un cepillo de dientes para bebés, así como el inculcar unas rutinas básicas de higiene puede ayudar a evitar muchos problemas relacionados con la salud bucodental del niño. Por ello, es fundamental que los padres se impliquen en este proceso.
¿Cuándo y cómo utilizar un cepillo de dientes para bebés?
La forma de cepillarse los dientes va a ser diferente dependiendo de la edad de los pacientes, y por eso se recalca que la implicación parental es esencial dentro de este proceso. Por lo menos, hasta que el niño tenga la edad suficiente como para encargarse de lavarse los dientes él solo. Por ello, es necesario tener en cuenta las distintas maneras de cepillado que existen según las edades de los pacientes:
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Cepillado para bebés: Esta es una técnica que se utiliza cuando el niño todavía no tiene dientes, pues hasta que no cumple unos 6 meses de vida, las piezas todavía no llegan a aparecer. Por ello, para estos casos será importante limpiarle la boca después de haber tomado leche, utilizando una gasa humedecida con agua o una tela muy suave.
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Cepillado para la dentición primaria: este proceso incluye cuando les empiezan a salir los dientes de leche, que normalmente suele ser en los seis primeros meses de vida. En este periodo es fundamental que los padres se ocupen del cepillado dental de su bebé, ya que, como es lógico, no pueden lavarse los dientes por si mismos. No obstante, será importante acostumbrarlos a mantener una buena higiene como parte de su rutina una vez crezcan. Hasta entonces, será importante cepillar los dientes sin pasta y de forma muy suave. Esto es debido a que no se recomiendan los dentífricos hasta que los niños puedan mantenerlos en ma boca sin tragarlos, algo que no ocurre hasta que no tienen unos 2-3 años. Y, una vez termine este periodo, ya se podrán adquirir pastas de dientes infantiles. Será importante recordar que los cepillos de dientes para los bebés tienen que tener cabezal pequeño y redondeado y contar con unas cerdas suaves.
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Cepillado en la dentición mixta y los dientes definitivos: cuando el niño va creciendo, van erupcionando los dientes definitivos al mismo tiempo que se conservan los dientes de leche, lo que se conoce como dentición mixta. Cuando salen las piezas permanentes, se pueden cambiar los cepillos infantiles ya por otros que sean más grandes. Sera cuando el niño sea más mayor cuando pueda elegir con cuál se siente más cómodo. No obstante, siempre deben utilizarse unos que tengan cerdas suaves para evitar que las encías sangren o se inflamen. También será posible utilizar un cepillo de dientes eléctrico, pero no se recomienda su uso a los menores de ocho años, al igual que ocurre con los enjuagues bucales. Los profesionales también aconsejan utilizar otros elementos para ayudar a eliminar los restos de comida con mayor facilidad. A pesar de ello, se debe esperar a que el niño tenga todos los dientes definitivos para usar algunos de estos elementos, como es el caso de los cepillos interproximales o la seda dental.
Consejos para cuidar los dientes de los niños
Utilizar un cepillo de dientes es fundamental ya en la vida adulta, pero también tiene gran importancia durante la infancia. Por ese mismo motivo se recomienda utilizar cepillos de dientes para bebés desde el momento en el que empiezan a aparecer las primeras piezas de leche, ya que las caries y las enfermedades dentales son un riesgo a cualquier edad. Las caries que aparecen en los dientes temporales se denominan caries de biberón, y se suelen producir precisamente cuando el bebé se acostumbra a tener el biberón demasiado tiempo en la boca. Por ello, según este vaya creciendo tendrá que ocuparse de su cepillado dental con la ayuda de sus padres, de forma que pueda ir haciéndolo solo cuando tenga más edad. De esta manera, se evitarán muchos problemas que puedan afectar a su salud bucodental.