Las diferentes carillas que hay van a depender fundamentalmente del material con el que estén fabricadas, a pesar de que todas compartan un objetivo común, que es el de mejorar el aspecto de los dientes. Por ello, el primer tipo es la carilla de porcelana, que son las que más duran y también las que más calidad pueden ofrecer. También destacan bastante por su enorme resistencia, algo que también es de gran utilidad, sobre todo de cara al futuro. El segundo tipo de carillas que cabe destacar, es el zirconio, un material que también goza de una gran resistencia y que en cuanto a estética también es bastante recomendable. Se suelen utilizar en circunstancias bastante concretas, y están fabricadas de un material que también se usa para la fabricación de las coronas dentales. Por otra parte, existen las carillas de tipo composite, las cuales también son de una alta calidad en lo que se refiere a cuestiones de estética, a pesar de que su duración es mucho menor que la de las carillas de porcelana. Es por este motivo que las composite suelen estar recomendadas únicamente en dos casos. El primero, es cuando la corrección dental es sencilla, y el segundo, cuando el paciente es bastante joven, pues es mejor que esto se lleve a cabo cuando todavía no han completado su crecimiento, ya que estas son reversibles y no necesitan de un contorneado dental. Además, estas se podrán retirar con toda facilidad en el futuro, pues el proceso es de lo más sencillo, y también permitirá que se puedan adherir las de porcelana posteriormente.
Las carillas dentales que más suelen gustar a los clientes y que por ende suelen ser las que más se colocan en los dentistas, son las de porcelana y las de composite, y a pesar de contar con gran cantidad de aspectos positivos, también presentan una serie de inconvenientes que deben ser tenidas en cuenta a la hora escoger uno de los dos materiales. Sus características principales van a cambiar fundamentalmente dependiendo precisamente del material con el que se fabriquen. Las carillas de porcelana en este caso son bastante más duraderas que las de composite, y pueden durar 15 años con toda facilidad. Además de esto, nunca pierden el color ni presentan manchas o cualquier otra irregularidad. No obstante, esta duración también va a depender de cómo el paciente cuide su dentadura y de si sigue todas las recomendaciones que le ha indicado su dentista de confianza. Algunas personas incluso han llegado a afirmar que las carillas pueden durar hasta 30 años, a pesar de que todo depende, como ya se ha mencionado, del mantenimiento que se haga de las mismas. Por el contrario, en el caso de las carillas de composite, estas solamente pueden durar cinco años como máximo, y se deben realizar varias revisiones al año para comprobar que todo se encuentra en orden.
Otro aspecto a destacar de las carillas composite y de porcelana es su reparación, pues en el caso de esta última, el que sufra cualquier fractura es prácticamente imposible. A pesar de ello, en caso de que pueda sufrir cualquier tipo de daño, este podrá ser reparado sin ningún tipo de problema. En el caso de las carillas de composite, estas también se podrán reconstruir fácilmente, aunque al contrario de las de porcelana, se confeccionarán en una clínica dental y no en un laboratorio. Y otro aspecto que se debe tener muy en cuenta y que suele preocupar bastante a los pacientes, es la relación calidad-precio de la que disponen ambas carillas. Las de porcelana suelen ser más caras que las de composite, a pesar de que su precio más elevado está justificado debido a todas las ventajas relacionadas con la estética y la resistencia que poseen. Por este motivo, en el caso de que un paciente desee obtener beneficios ya de cara al futuro, es mejor optar por las carillas de cerámica, ya que duran más tiempo y sus resultados suelen ser bastante satisfactorios a nivel general. Las de composite, por otra parte, son más baratas, pero también duran menos y eso implica que tienen que cambiarse mucho más a menudo, lo cual puede resultar un poco tedioso para los pacientes.
En cualquier caso, ambas son muy buenas alternativas, y por eso no cabe duda de por qué son las más demandadas por los clientes. Las carillas dentales son una gran solución para muchos pacientes, sobre todo a nivel estético, y cuentan con la enorme ventaja de que todos los tipos que existen garantizarán los mejores resultados.