Los piercings son una forma popular de expresión personal y adornos corporales, pero a veces pueden surgir complicaciones como la formación de bultos alrededor del área perforada. Estos bultos pueden ser incómodos, dolorosos y antiestéticos, y en algunos casos pueden incluso indicar una infección o una reacción alérgica.
¿Por qué se produce un bulto alrededor del piercing
La infección es la causa más común de los bultos alrededor de los piercings. Cuando se perfora la piel, se abre una vía de entrada para las bacterias, lo que puede causar una infección. Si eres alérgico a ciertos metales, como el níquel, es posible que desarrolles una reacción alérgica al metal del piercing. Esta reacción puede causar inflamación y un bulto alrededor del área perforada.
Los queloides son una forma de cicatrización anormal que puede ocurrir después de una lesión en la piel, como una perforación. Son bultos de tejido cicatricial que pueden ser más grandes que la propia herida y pueden ser dolorosos y antiestéticos. La irritación del piercing puede ser causada por una variedad de factores, como el uso de joyas inadecuadas, la manipulación excesiva del piercing, la exposición a productos químicos irritantes, como perfumes o cremas, y la falta de higiene.
Las mejores formas de higiene facial
Hay alguna forma de prevenirlo
Limpia regularmente el área perforada con agua y jabón suave para evitar la acumulación de bacterias y suciedad. Usa joyas hechas de materiales de alta calidad, como el acero quirúrgico, el titanio o el oro de 14 quilates, que son menos propensos a causar reacciones alérgicas. Evita tocar o mover el piercing con las manos sucias y evita jugar con la joya o girarla constantemente. Sigue las instrucciones del profesional que realizó la perforación, como el tiempo recomendado para mantener la joya original, cómo limpiarla y cuándo cambiarla. Evita nadar en piscinas, ríos o lagos, ya que pueden contener bacterias que pueden causar infecciones en el área perforada.
Tratamiento de cicatrices hipertróficas
Las cicatrices hipertróficas son bultos de tejido cicatricial que se forman en el sitio de una herida o lesión y pueden ser dolorosas y antiestéticas. Hay varios tratamientos disponibles para reducir la apariencia y la incomodidad de las cicatrices hipertróficas. La aplicación de una presión constante en la cicatriz puede reducir su tamaño y mejorar su apariencia. La compresión puede lograrse mediante el uso de prendas de vestir ajustadas o dispositivos especiales de compresión. Los masajes pueden ayudar a reducir la rigidez y la tensión de la cicatriz y estimular la circulación sanguínea en el área. Los masajes también pueden ayudar a prevenir la formación de nuevas cicatrices.
Las inyecciones de corticosteroides pueden ayudar a reducir la inflamación y el tamaño de la cicatriz. Las inyecciones se administran directamente en la cicatriz y pueden requerir varias sesiones para lograr resultados óptimos. La crioterapia implica la aplicación de frío extremo en la cicatriz para reducir la inflamación y mejorar la apariencia de la cicatriz.
La crioterapia se puede administrar mediante la aplicación de hielo o mediante tratamientos de nitrógeno líquido. Los tratamientos con láser pueden reducir la apariencia de la cicatriz y mejorar su textura. Los láseres pueden ayudar a estimular la producción de colágeno y reducir la pigmentación de la cicatriz.
¿Cómo evitar las cicatrices?
¿Cómo diferenciar una infección de un queloide?
Las infecciones suelen causar enrojecimiento, dolor, calor y pus en el área afectada, mientras que los queloides no suelen presentar estos síntomas. Los queloides pueden sentirse como bultos duros y elevados en la piel y pueden causar picazón o dolor.
- Apariencia: Las infecciones pueden hacer que el área alrededor del piercing se inflame y se ponga roja e incluso puede haber pus visible. Por otro lado, los queloides son cicatrices gruesas y elevadas que a menudo son de color rosa o rojo oscuro.
- Tiempo de aparición: Las infecciones generalmente aparecen poco después de la lesión, mientras que los queloides pueden tardar semanas o incluso meses en aparecer.
- Tratamiento: Las infecciones generalmente se tratan con antibióticos y otros medicamentos para reducir la inflamación y prevenir la propagación de la infección, mientras que los queloides pueden tratarse con compresión, terapia con láser, cirugía o inyecciones de esteroides.
Debo quitarme el piercing
Si tienes un piercing y sospechas que puede estar infectado o si has desarrollado un queloide, es importante que busques atención médica lo antes posible. Es posible que el médico recomiende que te quites el piercing para evitar que la infección se propague o empeore. En otros casos, es posible que puedas mantener el piercing y tratar la infección o el queloide con éxito. Si decides mantener el piercing, sigue las instrucciones de cuidado de la perforación que te hayan dado y que mantengas el área limpia y seca. También debes evitar tocar o rascar el área afectada, ya que esto puede empeorar la infección o el queloide.
Debería acudir al médico
Si sospechas que tienes una infección o un queloide en tu piercing, es importante que busques atención médica lo antes posible. Los médicos pueden evaluar y tratar adecuadamente tu problema para evitar complicaciones y ayudarte a recuperarte más rápido. Algunos signos de infección que deben ser atendidos son: enrojecimiento excesivo, hinchazón, dolor intenso, pus o secreción que sale del sitio de la perforación, fiebre o escalofríos. Estos pueden indicar una infección grave que requiere atención médica. Si tienes un queloide, pueden evaluar la lesión y determinar si se requiere tratamiento adicional. Aunque los queloides no suelen ser peligrosos, pueden ser antiestéticos y causar picazón o dolor.
Secreto para mantener tu piercing sano
Limpia tu piercing dos veces al día con una solución salina estéril o agua salada. Asegúrate de lavarte bien las manos antes de tocar el piercing y evita usar productos químicos fuertes o perfumes cerca del área afectada.
Evita tocar o mover el piercing innecesariamente, ya que esto puede irritar el área y aumentar el riesgo de infección. Si es necesario manipular el piercing, hazlo con las manos limpias y secas. Una dieta saludable puede ayudar a promover una curación adecuada. Asegúrate de comer una dieta rica en nutrientes y vitaminas que promuevan la curación de heridas.
Evita sumergir el piercing en agua durante largos períodos de tiempo, ya que esto puede aumentar el riesgo de infección. También evita la ropa ajustada o el uso excesivo de vendajes, ya que esto puede atrapar la humedad cerca del piercing y aumentar el riesgo de infección.
¿Cuáles son las mejores vitaminas para la piel?
Es imprescindible prestar atención los días posteriores a hacerte un piercing
Durante este tiempo, el área de la perforación está vulnerable a infecciones y otros problemas, por lo que es necesario tener un cuidado adecuado para promover una curación adecuada y prevenir complicaciones. Es posible que experimentes un poco de dolor, hinchazón y enrojecimiento en los días siguientes a la realización del piercing. Estos síntomas son normales y pueden tratarse con analgésicos de venta libre y la aplicación de compresas frías.