A pesar de que existen personas que desconocen su existencia, la realidad es que el trastorno del bruxismo es una de las anomalías orofaciales más comunes que existen, y que normalmente está directamente asociado con dolores fuertes de cabeza o cervicales.
Se calcula que hasta un 20% de la población padece de bruxismo, que normalmente suele estar provocado por la ansiedad o el estrés. Es un tipo de patología que consiste en apretar o rechinar los dientes de forma totalmente involuntaria, y puede manifestarse tanto durante el día como por las noches, donde suele ser más frecuente. Esta afección suele pasar desapercibida en la mayoría de las ocasiones, y al no ser diagnosticada hasta que los pacientes acuden a una clínica para una revisión rutinaria y su dentista les indica que padecen de bruxismo, el cual afecta a personas de todas las edades y de ambos sexos, siendo los pacientes de entre 17 y 40 años los más afectados.
Los niños también pueden padecerlo, pero es menos frecuente y además su solución es mucho más sencilla porque en la mayoría de las ocasiones se debe a un cambio demasiado brusco en su vida o a malos hábitos que se pueden corregir. No obstante, lo más indicado en estos casos será acudir cuanto antes a un dentista para que ayude al niño a superar su problema de bruxismo y que no le pase factura a largo plazo con los años.
El bruxismo se puede padecer por múltiples causas, además de contar con una serie de factores de riesgo que es importante tener en cuenta. Cualquier persona que sufra de cualquier tipo de maloclusión dental puede tener tendencia a padecer bruxismo al tener una mandíbula que no encaja como es debido. Por otro lado, tanto los malos hábitos alimenticios como sufrir cualquier tipo de trastorno relacionado con el sueño como puede ser el caso del insomnio, también pueden ayudar a propiciar la aparición del bruxismo.
Y, por supuesto, tampoco se puede olvidar que padecer de niveles demasiado altos de ansiedad o estrés, así como tener una enfermedad de carácter neurodegenerativo ( esclerosis, parálisis cerebral, etc.) pueden ser también grandes aliados en la aparición de una patología como es el bruxismo. Por ello, en caso de tener síntomas de poder padecer esta enfermedad, será adecuado acudir al dentista cuanto antes para que este determine si efectivamente se trata de un caso de bruxismo y cómo puede ser tratado.
Será de vital importancia intentar corregirlo a tiempo, pues las consecuencias que se podrían acarrear en el estado de salud del paciente podrían ir desde fuertes dolores de cabeza y de cervicales, hasta fuertes molestias a la hora de comer, hablar o realizar cualquier tipo de movimiento con la boca.
Además de las consecuencias mencionadas, el bruxismo también repercute de una forma muy negativa en lo que se refiere al estado de la salud dental de los pacientes. El desgaste dental que sufre la boca es la principal de todas ellas, pues el hecho de que se rechinen los dientes termina provocando que se erosionen las piezas con el paso del tiempo. Además de esto, los dientes terminan por sufrir daños irreparables en su esmalte, haciendo que estén mucho más sensibles y que los pacientes sientan molestias o dolor cuando realizan acciones tan comunes como puede ser el comer. Por supuesto, esto también provoca que las piezas dentales sean mucho más propensas a la aparición de infecciones o caries.
Las encías también son elementos que sufren bastante cuando una persona padece de bruxismo, pues se produce una fuerte inflamación de las mismas y puede resultar especialmente doloroso. Sin olvidar, que esta patología también provoca que los huesos de la boca experimenten un sobrecrecimiento, algo que si bien puede ser tratado, resulta de lo más desagradable y requiere de intervención profesional para ser corregido. Por estos motivos, si una persona nota en algún momento que sufre dolores en zonas como la mandíbula o las cervicales, debe acudir a una revisión para descartar el bruxismo, y en caso de tenerlo, intentar terminar con él cuanto antes.
El bruxismo es un tipo de patología que puede pasar fácilmente desapercibida por cualquiera que lo padezca. No obstante, en caso de identificarla, es necesario tratarla y corregirla cuanto antes. Esto puede lograrse a través de las férulas de descarga, las cuales se encargan de restablecer el equilibrio de las cargas masticatorias y provocar la disminución de la tensión que ejercen las mandíbulas. Dichas férulas se fabrican a medida de la boca del paciente, haciendo que su acción sea totalmente compatible con sesiones de fisioterapia, y que ayudan a devolver la movilidad a la mandíbula para que el paciente pueda mover la boca con comodidad.
No obstante, para aquellos pacientes con bruxismo que además tienen las piezas dentales bastante desgastadas, lo más recomendable sería someterse a un tratamiento de colocación de carillas o coronas dentales. Esto no solamente hará que la boca del paciente sea mucho más estética, sino que también ayudará a que se recupere la funcionalidad de la misma. Prevenir esta enfermedad no es posible, pero si se coge a tiempo puede ser tratada y corregida siempre que se reciba la ayuda adecuada.
Será importante que, en caso de ser una persona que sufra de mucho estrés durante su rutina, que también acude a un profesional que le ayude a gestionar estas emociones para que no le repercuta también en su salud dental. Por otra parte, las personas que padezcan de bruxismo también deberían evitar alimentos que sean demasiado duros o que requieran de demasiada masticación, así como estimulantes que les puedan perjudicar a la hora de conciliar el sueño.
Teniendo en cuenta todas estas características, también es bastante recomendable la utilización de pastas de dientes que están fabricadas específicamente para personas que tengan mucha sensibilidad tanto en los dientes como en las encías. Además, será también fundamental que el paciente cuente con una higiene dental adecuada para poder tratar esta patología de la forma más adecuada.