Es algo muy común que a todas las personas les guste lucir una sonrisa completamente alineada y blanca, ya que es una parte fundamental del aspecto físico de una persona. La boca es un aspecto fundamental en lo que respecta a la estética, y por eso es lógico que las personas quieran tenerla lo más cuidada y armónica posible. Sin embargo, en algunas ocasiones este deseo puede llegar a convertirse en una profunda obsesión, hasta el punto de que la persona en cuestión comience a acudir a métodos poco recomendados para poder tener los dientes blancos. A dicha obsesión se le denomina blancorexia, y es la responsable de que algunos pacientes terminen desarrollando enfermedades dentales debido a realizar prácticas no seguras para obtener este blanco en sus piezas dentales.
Definición de blancorexia
Como bien se ha comentado anteriormente, la blancorexia consiste en una obsesión muy grande de las personas por obtener unos dientes mucho más blancos, lo cual les puede llevar a realizar prácticas peligrosas para su salud dental. Los tratamientos agresivos que se llevan a cabo pueden ocasionar graves problemas a largo y corto plazo, por lo que es importante tomar las medidas adecuadas en caso necesario. Aquellos que padecen blancorexia tienen una percepción errónea de la verdadera tonalidad de los dientes, por lo que por muchos tratamientos seguros y recomendados a los que se sometan, nunca quedarán completamente satisfechos. Por este motivo, en caso de intuir o sospechar que una persona pueda tener blancorexia, es importante acudir a un profesional cuanto antes y evitar a toda costa realizar procedimientos sin la supervisión de un especialista.
¿Cuál es la sintomatología de una persona con blancorexia?
Algunos de los signos más claros de que una persona padece de blancorexia es la solicitud reiterada de tratamientos de blanqueamiento dental, hasta el punto de que no le importe en absoluto poner en riesgo la salud de su boca. Por supuesto, la aplicación de determinados productos blanqueadores sin la supervisión o control de un profesional también es un indicio muy claro de que una persona pueda padecer blancorexia.
Causas de una blancorexia
La blancorexia tiene su origen en el apartado psicológico, por lo que es conveniente ponerse en manos de un especialista desde el momento en el que sospecha que una persona pueda padecer esta enfermedad. Por otro lado, existen una serie de motivos por los cuales un paciente puede llegar a tener blancorexia:
- La publicidad: En muchas ocasiones se patrocinan productos categorizados como “milagro”, que no son realmente buenos para los pacientes, y que estos se terminan aplicando sin el control de su dentista. Por supuesto, también existe el componente de querer tener una sonrisa parecida a la de las celebridades más famosas.
- La falta de información: En muchas ocasiones no se advierte lo suficiente de los peligros de los productos blanqueantes, y por ello muchas personas terminan utilizándolos de manera incorrecta.
Problemas derivados de la blancorexia
En su mayoría, los productos blanqueadores tienen algunas sustancias que no son buenas para los dientes, como es el caso del peróxido de carbamida o de hidrógeno. Si un dentista no recomienda estas sustancias, no se debe recurrir a ellas en ningún caso, y mucho menos de una manera excesiva y recurrente. Esto, sin embargo, es algo que suele ser algo complicado para aquellas personas que padecen de blancorexia. Por eso, es tan importante tener en cuenta la gran cantidad de problemas que se pueden originar a raíz de este problema, como es el caso de enfermedades como la gingivitis, la hipersensibilidad dental, alteraciones en la percepción de sabores, e incluso la propia pérdida de los dientes.
Enfermedades (gingivitis, necrosis pulpar…)
En muchas ocasiones, los remedios “milagrosos” o caseros que incluso se pueden llegar a vender en farmacias son verdaderamente peligrosos para la salud bucodental de los pacientes, especialmente la de aquellos que padecen blancorexia. Es importante interiorizar que todas estas soluciones nunca serán comparables a un buen blanqueamiento dental realizado por profesionales con experiencia en este tipo de tratamientos. La utilización de los remedios caseros puede llevar a las personas afectadas a padecer algunas enfermedades, como es el caso de la gingivitis o la necrosis pulpar. Los componentes de algunos productos blanqueadores, como bien se ha mencionado en apartados anteriores, cuentan con algunos componentes como el peróxido de hidrógeno, que son nocivos para los dientes y que pueden provocar infecciones.
Molestias derivadas (irritación, hipersensibilidad dental…)
Por supuesto, al margen de las enfermedades dentales, también se pueden producir molestias en la boca, las cuales también dificultan al paciente el poder tener una rutina diaria normal. En aquellos casos donde se utilizan productos blanqueadores sin supervisión, se puede derivar a una hipersensibilidad dental o irritación que hace que los pacientes sientan dolor al comer y beber, especialmente productos muy fríos, calientes o algo duros. Por supuesto, esto tampoco compensa a nivel estético, ya que el color que se termina obteniendo no es el natural que tienen las piezas dentales.
¿Cómo evitar la blancorexia?
La blancorexia puede evitarse a través de una serie de pautas que pueden ayudar a reducir la obsesión por una dentadura completamente blanca. Estas son algunas de las más destacadas:
- Respetar los tiempos de los tratamientos: Debido a la agresividad de las sustancias blanqueadoras, no se recomienda someterse a procedimientos de este tipo cada poco tiempo, por lo que es conveniente tener paciencia y confiar en el proceso.
- No utilizar remedios caseros: Son contraproducentes y peligrosas, y en muchas ocasiones no solamente dañan el esmalte de los dientes, sino las encías.
- Recurrir a un profesional: Los dentistas especializados son la fuente más confiable, por lo que en caso de querer una sonrisa blanca y perfecta, será mejor seguir los consejos de una persona experimentada para que los resultados sean seguros y satisfactorios.
Es importante recalcar que estos consejos se pueden aplicar en caso de que no tengan una raíz psicológica, en cuyo caso lo más adecuado es acudir cuanto antes a un profesional de la rama de la propia psicología para hacer frente a la blancorexia.