Fases de la dieta pronokal

¿Cómo hacer la dieta pronokal con todas sus fases?

Las dietas proteicas han estado de moda desde hace muchísimo tiempo, habiendo gran cantidad de tipos distintos que en su mayoría, no han funcionado como deberían. Esto es en gran parte debido a que este tipo de métodos deben ser llevados a cabo siempre por médicos profesionales que puedan llevar a cabo un seguimiento de la dieta, y recomendar a los pacientes lo más adecuado para ellos teniendo en cuenta sus características particulares. Por ello, la dieta Pronokal está tan demandada últimamente, pues se trata de un programa completamente personalizado para perder peso, y basado en una alimentación de proteínas con alto valor biológico y la exclusión de azúcares, hidratos, grasas, etc.

Gran cantidad de personas han terminado completamente satisfechas después de haber seguido este método, el cual consiste en tres pilares fundamentales que se deben tener en cuenta. El primero, consta de la etapa inicial donde los pacientes pierden la mayor parte del peso que su médico les ha recomendado. En el segundo pilar, se vuelven a introducir alimentos de distintos tipos para tener una dieta más completa. De esta manera, en el último pilar, lo único que el paciente tendrá que hacer es intentar mantener los resultados a largo plazo. No obstante, esto no podrá conseguirse de ninguna manera si no se complementa la dieta con beber al menos dos litros de agua todos los días, hacer ejercicio, y comer cada tres o cuatro horas, aproximadamente. De esta manera, no se producirá el conocido como “efecto rebote”.

Por otra parte, es importante saber que la dieta Pronokal consta de una serie de fases que es importante que los pacientes sigan al pie de la letra para poder obtener los resultados deseados una vez finalice el procedimiento. Así, estas serían las siguientes etapas y las instrucciones para realizarlas correctamente:

Fase 1

Esta es la que más difícil suele resultar a los pacientes, pues es el inicio de la dieta, y suele hacerse más cuesta arriba a nivel general. En la fase uno, se deberán utilizar en todas las comidas (desayuno, comida, cena e incluso merienda) una serie de sobres complementados con las verduras que indique el médico. Por la mañana normalmente se consumen únicamente los sobres establecidos, mientras que por la noche y a medio día estos se combinan con las verduras. De esta manera, se consigue que la pérdida de kilos sea mucho más significativa, y que el paciente lo note bastante durante las primeras semanas.

Fase 2 

Consta de la última fase activa, y la cual se compone de dos apartados diferentes que se deben conocer:

• Fase 2a: Se incluyen nutrientes, entre los cuales destacan sobre todo las proteínas animales, que son fundamentales para que los músculos se mantengan sanos con el paso del tiempo. Estos se pueden consumir tanto a la hora de la cena, como en la de la comida, aunque no se puede combinar aún la carne con el pescado. No obstante, seguirá siendo necesario tomar las verduras indicadas, además de los sobres anteriormente mencionados. Así, algunas de las comidas más destacadas dentro de estas fases serán las pechugas de pollo, lomo de cerdo, langostinos, pavo, etc.
• Fase 2b: En este caso, el espectro de la alimentación se aumentaría todavía más, lo que hace que el paciente cuente con más nutrientes, y por tanto, con más energía. En la fase 2b, al contrario que en la 2a, ya es posible combinar carne y pescado tanto para las comidas como para las cenas. No obstante, sigue siendo necesario evitar los fritos, por lo que los especialistas recomiendan comer los alimentos si han sido previamente cocidos, o si están a la plancha.

La fase 2 es clave para no recuperar todo el peso que se ha perdido alguna vez, lo que daría lugar al efecto rebote. Por ello, es importante contar con la ayuda de un médico profesional. 

Fase 3

El periodo que oscila desde la fase 3 hasta la 8 también es de vital importancia, pues aunque las restricciones en los alimentos son mucho menores, es muy habitual que los pacientes empiecen a notar que tienen más hambre de lo normal. No obstante, es importante que hagan el esfuerzo de no picar entre horas, pues de otra manera no se conseguirá perder todo el peso deseado. Además de esto, también habrá que lidiar con otros problemas como la falta de nutrientes, el cansancio y otros efectos secundarios. Sin olvidar, que esta vez solo se necesitarán dos sobres diarios, y se podrá incorporar a la dieta algunos hidratos en el desayuno, como un yogur o una tostada.

Fase 4         

A todo lo anterior, se le añade algo más de fruta, que puede ser tanto un plátano, como kiwi o pera, tanto durante el almuerzo, como a la hora de merendar.

Fase 5 

Tanto en la fase 5 como en la 6, se incorporarán verduras y frutas a los espectros en las diferentes comidas del día, es decir, como complemento a estas. Además, el paciente también podrá comer un trozo de pan.

Fase 6         

Al igual que ocurre con la fase 5, se podrá incorporar una pieza de fruta, verdura e incluso hidrato a cada comida del día.

Fase 7

 En la fase 7 ya se pueden incorporar algunas de las grasas animales. Eso sí, en ningún caso se puede abusar de ellas, ya que podrían provocar un efecto rebote que pondría en peligro los buenos resultados de la dieta. Entre algunos de los alimentos que se pueden incluir, se encuentran el queso tierno y el semicurado.

Fase 8         

En esta última fase, el paciente podrá comer cualquier tipo de alimento. Eso sí, será fundamental que controle los excesos para no engordar ni poner en peligro todos los esfuerzos y los resultados obtenidos durante todo el proceso. No obstante, si se siguen todos estos pasos al pie de la letra, se conseguirá perder todo el peso establecido, aunque es importante incorporar a la rutina algunos de estos hábitos, además del ejercicio y de beber mucha agua.